Rosario Hernández de López
La semana pasada me referí únicamente a la comunicación verbal, por lo que esta vez abordaré la comunicación del gesto que mucho usamos los nicaragüenses. Los ejemplos son los siguientes: Le pregunta un estudiante al otro: ¿Cómo saliste en el examen? Y el otro le contesta con un gesto poniéndose la mano con el dedo gordo extendido y los otros empuñando la mano, se la lleva en movimiento de izquierda a derecha sobre el cuello… Cuando una persona no le quiere cumplir a otra, los gestos de la mano empuñada y el dedo gordo salido en medio de los dedos índice y anular y muchos otros gestos.
En las organizaciones también nos comunicamos con gestos y a veces de manera consciente o inconsciente, pero nuestro cuerpo refleja nuestro estado de ánimo en cualquier lugar que nos encontremos, de tal forma que si verbalizamos una cosa y expresamos otra con nuestro cuerpo ¿Qué capta la persona a la que nos dirigimos? ¡Por supuesto que lo que ella quiera! Después sólo dice. “Yo le entendí esto…”
La retransmisión de los mensajes de una jerarquía a otra varían precisamente por la comunicación de gestos, cada uno le imprime al mensaje sus propias emociones. Si quiere saber de inmediato “los resultados” de una orden délas de persona a persona, con la respuesta de gestos usted sabrá si le entendieron o si se cumplirán sus instrucciones y en qué plazo.
Algunos jefes de silla quieren resultados inmediatos y hablan con subalternos sin una comunicación adecuada. Se imaginan ustedes cuáles serán los resultados esperados. Podemos decir entonces si en las empresas hablamos o nos comunicamos, porque la comunicación corporal es muy compleja.