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Los cocoteros pierden sus frutos, sufren de pudrición, inflorescencia, y finalmente mueren, lo que ocurre entre los seis y nueve meses.

Enfermedad del cocotero amenaza

Virus podría infectar al resto de países centroamericanos Amarillamiento letal: una enfermedad devastadora María Mercedes Doyle (Ph.D.)/Especial para LA [email protected] Honduras está atravesando actualmente por una severa epidemia que amenaza con destruir el 90 por ciento de los cocoteros de la costa norte y las Islas de la Bahía, con serias consecuencias para la industria […]

  • Virus podría infectar al resto de
    países centroamericanos
  • Amarillamiento letal: una
    enfermedad devastadora

María Mercedes Doyle (Ph.D.)/Especial para LA [email protected]

Honduras está atravesando actualmente por una severa epidemia que amenaza con destruir el 90 por ciento de los cocoteros de la costa norte y las Islas de la Bahía, con serias consecuencias para la industria turística, las comunidades costeras y reservas biológicas de la región.

Se escuchan muchos rumores sobre la causa de la enfermedad, conocida como el Amarillamiento Letal del Cocotero (ALC).

Unos creen que pasaron aviones fumigando un veneno que ha resultado en la muerte premeditada de los cocoteros.

Otros aseguran que el huracán Mitch fue el causante de los estragos en las palmeras, mientras que hay algunos que dicen que han oído que se trata de un virus.

Aunque la primera es una historia inverosímil, las últimas dos tienen algo de cierto: el huracán Mitch causó grandes daños en las costas y plantaciones de cocoteros, debilitando las palmeras y, en muchos casos, causando su muerte prematura.

Las palmeras débiles son mucho más susceptibles a cualquier enfermedad que una palmera sana.

El ALC se puede entender como un “dengue de las palmeras” y existen varios paralelos entre una enfermedad viral y la causa del ALC.

El agente causal de la enfermedad es un microorganismo conocido como un fitoplasma (anteriormente denominados mycoplasmas), que es un organismo mas parecido a una bacteria que a un virus, pero al igual que muchos virus (incluyendo el dengue) es transmitido por un insecto vector.

El insecto vector del ALC es una chicharrita con el nombre científico de Myndus crudus. Este insecto mide aproximadamente un milímetro (mm) de largo y se alimenta de la savia del follaje de las palmeras. Al alimentarse de una palmera infectada, ingiere el microorganismo, y posteriormente al alimentarse de una palmera sana, lo inyecta en ésta.

COCOTEROS QUEDAN SIN PALMERAS

El ALC causa un amarillamiento inicial en el follaje de la palmera afectada y posteriormente una defoliación total, dejando a la palmera con un aspecto de poste telefónico. Una playa o plantación de cocoteros afectados por el ALC presenta un panorama devastador, semejante al ocasionado por un incendio o la explosión de una bomba.

Otros síntomas incluyen la caída prematura de frutos en todos los estados de desarrollo, una necrosis o pudrición de la inflorescencia, y finalmente la muerte, que ocurre entre los 6 y 9 meses desde la aparición de los primeros síntomas.

Existen reportes que documentan palmas con síntomas de la enfermedad desde el siglo pasado, pero la enfermedad despertó interés internacional cuando causó una terrible epidemia que ha matado a más de 8 millones de palmeras en Jamaica desde 1965 hasta la fecha.

El ALC también ha causado epidemias en la cuenca del Caribe y ha sido reportada en Islas del Gran Caimán, Cuba, Haití, República Dominicana, Bahamas y la Florida. En 1979 llegó a Cancún, en México, y ya se ha extendido por la región continental de la península del Yucatán y Belice. En la región de Quintana Roo se han reportado alrededor de 90,000 palmas afectadas. Honduras actualmente tiene el dudoso honor de ser el epicentro de la epidemia, pero pronto se le unirán otros países de Centroamérica.

UN PADECIMIENTO TEMIBLE

Según el comportamiento que la enfermedad ha tenido en otros países, se pronostica que en tres años habrá desaparecido el 90 por ciento de la variedad susceptible “Alto Atlántico” o “Coco Indio”, la más preciada en la costa norte; y se calcula que ya se ha perdido el 60 por ciento de la población original.

Se puede especular sobre la llegada del ALC a Honduras. Es posible que el Myndus crudus, portador del fitoplasma, haya llegado espontáneamente a las Islas de la Bahía acarreado por corrientes de aire desde México, Belice o Jamaica.

En efecto, la dispersión de la enfermedad fue incrementada por los fuertes vientos ocasionados por el Huracán Mitch. También es posible que haya sido introducido accidentalmente, con la importación del pasto ornamental San Agustín (el hospedero alterno preferido de ninfas de M. crudus), utilizado para la industria hotelera, proveniente de zonas infectadas como la Florida o México.

El problema del Amarillamiento Letal no se debe estudiar en aislamiento, ya que existen causas para el amarillamiento del follaje y la muerte de una palmera. Entre éstas existen factores abióticos como el exceso de agua o vientos fuertes que provocan los huracanes y tormentas, o mala fertilización.

También hay otras enfermedades causadas por diferentes patógenos como hongos, bacterias, nematodos o virus que pueden presentar síntomas similares a los del ALC. Un caso notable es la marchitez sorpresiva causada por un tripanozoma (Phytomonas sp., un flagelado parecido al patógeno del mal de chagas) y diseminado por una chinche.

Esta enfermedad ya ha sido reportada en Honduras y representa un serio riesgo, la que también ataca a la palma africana, un importante cultivo comercial de la Costa Norte.

Se prevé que la enfermedad seguirá su paso inexorable por varios países de Centroamérica y posiblemente llegará a Sur América en los próximos años. El ALC se ha reportado exclusivamente en el Caribe, Norte y Centro América, aunque existen variantes similares de la enfermedad en Africa y Asia.  

Economía

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