Orlando ValenzuelaEspecial/[email protected]
A pesar de estar junto a una de las reliquias históricas más importantes de Nicaragua, como son las ruinas de la antigua ciudad de León, que podrían propiciar el desarrollo del turismo en la zona, León Viejo es una pequeña comunidad que vive en gran medida de la pesca artesanal y del cultivo de granos básicos. Es un lugar tranquilo donde aún no existe el peligro de las pandillas juveniles que azotan en las grandes ciudades. Quizás porque no existen parques ni centros de diversión es que los dos billares del pueblo se han convertido en los únicos metederos de algunos jóvenes y muchos adultos.
Don Apolonio Pichardo Téllez, propietario de uno de estos billares, dice que aunque llegan buses de turistas y estudiantes a visitar las ruinas, en el pueblo no hay fuentes de trabajo, por eso muchos han emigrado a otros lugares en busca de mejores oportunidades.
Don Apolonio refiere que él no había nacido cuando frente a su casa pasaba el ferrocarril que llegaba hasta la playa del lago, donde estaba el bullicioso muelle, del cual partían los buques cargados de productos y pasajeros hacia Managua.