- Pero el republicano Bush hace progresos, gracias en parte a anuncios publicitarios, señala encuesta
- Gore obtiene el 59% de voto
hispano en EE.UU.
AFP
MIAMI, EE.UU.- En la recta final de la elección presidencial del 7 de noviembre en Estados Unidos, el votante hispano sigue prefiriendo claramente al candidato demócrata Al Gore, pero su adversario republicano George W. Bush registró en octubre una notable progresión entre este electorado.
En sólo tres semanas, el gobernador de Texas ha ganado ocho puntos en la intención de voto de origen hispano, según una encuesta de Hispanic Trends efectuada entre el 23 y 28 de octubre, ante una muestra de 600 personas y con un margen de error de cuatro puntos.
Pero Gore sigue nítidamente en cabeza con el 59% de los votos hispanos (61% en un anterior sondeo de la misma empresa, a principios de octubre), contra 33% para Bush, que sin embargo mejora notablemente el 25% de intención de sufragios recibidos en la precedente encuesta.
El candidato verde Ralph Nader logra 2% de la intención de voto entre los hispanos, y un 6% de éstos se muestran indecisos.
Los latinos suman hoy cerca de 32 millones -uno de cada nueve habitantes de Estados Unidos-, de los cuales 7.7 millones tienen ciudadanía estadounidense y están inscritos en las listas electorales, según estimaciones del Instituto Willie C. Velázques (WCVI).
CAMPAÑA MEDIÁTICA AYUDA A BUSH
El sondeo revela que la aceptación de Bush aumentó entre los hispanos que se sienten mejor hablando español que inglés y prefieren las cadenas de habla hispana. En estas cadenas, el esfuerzo publicitario y de prensa republicano ha sido determinante para explicar la mejora de Bush, según Hispanic Trends.
OTRAS RAZONES PARA BUSH
– El aumento de Bush en el sondeo se produce también gracias a una franja de votantes hispanos nacionalizados estadounidenses durante las administraciones republicanas de Ronald Reagan (1980-88) y George Bush (1988-92), añade la encuesta.
– Esas nacionalizaciones se produjeron antes de las campañas anti-inmigrantes del gobernador Pete Wilson en California y de Newt Gringrich en el Congreso, que generaron un claro resentimiento de los latinos hacia el Partido republicano.