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Clark "quema" su bate

Edgard Tijerino M [email protected] Sorprendiéndonos casi tanto como cuando debutó en las Mayores, el artillero zurdo Will Clark, uno de los más estudiosos en el arte de descifrar el pitcheo enemigo, decidió “quemar” su bate y retirarse del escenario que iluminó constantemente con sus cañonazos, después de 15 temporadas de estar construyendo una sólida reputación. […]

Edgard Tijerino M [email protected]

Sorprendiéndonos casi tanto como cuando debutó en las Mayores, el artillero zurdo Will Clark, uno de los más estudiosos en el arte de descifrar el pitcheo enemigo, decidió “quemar” su bate y retirarse del escenario que iluminó constantemente con sus cañonazos, después de 15 temporadas de estar construyendo una sólida reputación.

¿Por qué sorprendente la determinación del bateador de 284 jonrones, 303 puntos y 1205 empujadas con 2176 hits en su carrera?… Porque venía de una gran temporada en el 2000 combinando sus esfuerzos en Baltimore y San Luis. En 79 juegos con los Orioles registró un promedio de 301 puntos, y llegó a San Luis para tomar el lugar del lesionado Mark McGwire… Y creció bateando 345 puntos en 51 juegos con 12 jonrones y 42 empujadas, convirtiéndose en uno de los factores que aseguraron la presencia de los Cardenales en la postemporada.

Conocí a Clark como primera base de aquella selección Amateur de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Los Angeles durante 1984, y dos años después se encontraba abriendo la campaña del 86 con los Gigantes de San Francisco.

En contraste con su sencillez, el intento de pasar siempre inadvertido y su preferencia por el silencio, Clark fue un fabricante de estremecimientos, aunque no tuvo nada que ver con el terremoto que interrumpió la Serie Mundial del 89, cuando los Atléticos devoraron a los Gigantes.

Nunca olvidará su impactante debut… El entró por vez primera a un cajón de bateo en las Grandes Ligas, aparentando esa timidez natural de quien enfrenta a un “Monstruo” de la Colina, como siempre fue Nolan Ryan… Pero, con el conteo de 1-1, en el Astrodome, Clark saltó como una pantera sobre una recta humeante, y le conectó un jonrón de línea al futuro miembro del Salón de la Fama… ¿Qué les parece?. En lugar de sentirse atemorizado, el chavalo que en ese tiempo tenía sólo 22 años, se agigantó lo suficiente para impresionar al manager Roger Craig y por supuesto a la multitud.

Se imaginan como debe haberse sentido realizando un debut espectacular, digno de Pavarotti, o Marlon Brando… Antes, en las Ligas Menores, también había debutado con un jonrón.

Clark puede haberle servido de modelo con su “swing dulce” a Ken Griffey… El deslizamiento de su bate a través de la zona de strike anticipándose a una bola rápida o persiguiendo una curva, parecía una obra de arte, como un trazo de Rubens.

¿Saben quién fue el primera base abridor de temporada por los Gigantes un año antes de la llegada de Clark?… Pues el nicaragüense David Green, involucrado en un sonado canje que envió a los Cardenales al slugger Jack Clark..

Después de 8 temporadas al servicio de los Gigantes, y luego de haber sido Más Valioso en la serie por el banderín de Liga en 1989, Clark firmó como Agente Libre con los Rangers de Texas para la temporada de 1994, y en el 98, justamente al concluir un gran año descargando 23 jonrones y empujando 102 carreras, decidió firmar con los Orioles de Baltimore.

Lamentablemente, su actividad se vio reducida a 77 juegos en 1999, y en el 2000, después de haber estado en 79 partidos, fue atrapado por los Cardenales que necesitaban urgentemente un reemplazo de McGwire, fuera de acción por el resto de la campaña.

¿Y saben como debutó Clark con San Luis?… Volándose la cerca como emergente, y continuando con jonrones en cada uno de los tres juegos siguientes… Daba la impresión de estar utilizando el bate de McGwire.

El pelotero que fue seleccionado seis veces para estar en el Juego de Estrellas, se va del escenario dejando como legado para las nuevas generaciones, una excepcional ética de trabajo… Siempre estuvo enfocado en su futuro, dentro y fuera del parque. Como debe ser.  

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