Mi cuerpo es devorado por el desierto de la indiferencia
un fuerte sol de angustia hasta mis huesos calcina
arenas ardientes del deseo hieren la piel de mi esperanza
estoy tendida en el espacio inhóspito de la espera.
Mi oasis salvador en lontananza observa mi realidad
que hará para salvarme de esta situación áspera
yo sé, el agua de ese oasis se evaporará y a mí vendrá
transformado en la lluvia que mi cuerpo espera.
Que las gotas de su amor penetren más allá de mis poros
primero como una leve brisa, con goteos lentos
y después como fuertes pisadas de embravecidos toros
como fuerte aguacero de huracanados vientos.
Que inunde y expanda en todo mi sediento ser
que sus fluidos trasciendan más allá de mi vientre
que invada el torrente de mis venas inertes
que se confunda con mi sangre y a mi corazón llegue.
Así quiero oasis mío que me resucites a la vida del placer
tus primeros auxilios a renacer me puede ayudar
con besos profundos y suaves para respirar y no fenecer
y luego violentos masajes que hagan mi corazón palpitar.
Virna Zayira Palacios Díaz