- Votación masiva en Jinotega, confusión y apatía en Nueva Guinea, y alto nivel de abstencionismo e indiferencia en Bluefields
- La vigilancia fue reforzada en Jinotega, porque tres bandas de delincuentes merodeaban en la zona
Eduardo Marenco [email protected]
Jinotega, Nueva Guinea y Bluefields. – Doña Francisca González Torres madrugó ayer para ser una de las primeras en depositar su voto en la Escuela “Rubén Darío”, de Jinotega.
A sus 55 años, tomó su cafecito jinotegano de rigor y se dirigió a ejercer el sufragio, que para ella fue un acto de reconciliación consigo misma, casi arruinado por las imprecisiones del padrón electoral.
Cuando la buscaron en el padrón no la encontraron, pero por disposición del Consejo Supremo Electoral (CSE) se procedió a inscribirla en un anexo para que pudiera votar y luego se le retuvo la cédula. Fue para ella un alivio. “¡Me siento muy feliz!”, dijo emocionada mientras mostraba el dedo pulgar de su mano derecha manchado con la tinta indeleble.
Atrás observaban los embajadores de Estados Unidos y España, Oliver Garza y Carlos Díaz Valcárcel, quienes hicieron ayer un recorrido de observación electoral por La Ciudad de Las Brumas, Nueva Guinea y Bluefields.
En Jinotega, la mañana de ayer se observó que los pobladores acudieron masivamente a las urnas, sobre todo personas mayores, mientras tropas antimotines y un férreo dispositivo de seguridad resguardaban la seguridad pública.
El comisionado Carlos Espinoza, jefe de la Policía en Jinotega, explicó a LA PRENSA que al menos tres bandas delictivas integradas por unos veinte elementos deambulan mal armadas por la región.
Las bandas son las de “Río Coco”, “Llamarada” que asola en La Dalia, y la de “Sarawaska”, pero no se habían presentado incidentes, aunque el comisionado Espinoza explicó que la noche de ayer –durante el traslado de las urnas- sería el momento clave para garantizar la seguridad y evitar algún disturbio.
En Jinotega se notaban numerosas banderas rojas, incluso una enfrente de la sede del Consejo Electoral Departamental (CED). Cerca de las ocho de la mañana, los embajadores Garza y Díaz Valcárcel visitaron al directivo del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), José Rizo, quien los recibió en su casa de habitación, frente al Parque Central.
Durante el encuentro intercambiaron una positiva percepción sobre el avance de las votaciones. Rizo ofreció un café jinotegano a sus invitados en su hermosa casa. “Cuando a uno lo invitan, hay que tomar ventaja”, comentó un sonriente Garza.
En Jinotega hay un padrón electoral de 149,611 personas y se preveía que 75,593 votarían con cédula, mientras 58,086 personas lo harían con documento supletorio. Pero, alrededor de 3,334 personas no retiraron su cédula y otras 9,629 no retiraron su documento supletorio de votación.
En los municipios de Wiwilí 3,808 documentos supletorios se quedaron sin entregar, al igual que otros 3,088 en Cuá-Bocay.
En Jinotega, a pesar del evidente ambiente electoral, era difícil imaginar por quién se inclinarían los votantes, resultaba imposible leerle el voto a la gente en el rostro.
NUEVA GUINEA
Los dos helicópteros Black Hawk de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos causaron conmoción en Nueva Guinea, cerca del mediodía. Decenas de niños tomaron por asalto la pista aérea para ver los dos pájaros de acero que transportaban a Garza y Díaz Valcárcel.
En Nueva Guinea, al igual que en Jinotega, la Embajada de Estados Unidos trasladó a dos observadores electorales. Ahí, reinaba la confusión debido a que buena parte de los electores no aparecían en el padrón electoral y/o desconocían en cuál Junta Receptora de Votos debían ejercer el sufragio.
Muchos se cansaron de buscar y se fueron de regreso a sus casas. Bajo el bochorno del mediodía, apenas el cincuenta por ciento de los votantes se había presentado a la mayoría de Juntas Receptoras de Votos.
Decenas de campesinos desistieron de votar al tener que recorrer varios kilómetros en vano solamente para que les dijeran que no les correspondía dicha Junta Receptora de Votos.
Sólo 20% había votado en 5 JRV de Bluefields
La tercera parada del viaje de observación electoral fue en Bluefields. En la bahía de “campos azules” la modorra y el calor inundaban el ambiente electoral. Los costeños descansaban en sus hamacas, ajenos la mayoría al desarrollo de los comicios.
* LA PRENSA visitó cinco Juntas Receptoras de Votos en la escuela del barrio El Rosario, a orillas del aeropuerto y constató que el promedio de votantes que había acudido a las urnas era de un veinte por ciento a eso de las dos y media de la tarde.
* En Juntas Receptoras donde debían votar cuatrocientas personas habían llegado alrededor de 80 ó 100 personas. Sin embargo, igual que en el resto de municipios, encontraban fiscales de todos los partidos políticos, así como observadores nacionales o internacionales.
* Abandonamos Bluefields, impresionados por la indiferencia al proceso electoral, para trasladarnos a Managua, luego de cinco horas de vuelo del timbo al tambo en los “Halcones Negros” de las Fuerzas Armadas estadounidenses, en un viaje de observación electoral.