- Análisis brinda pautas para mejorar
Guadalupe TriguerosTomado de El Diario de Hoy
Víctor Bulmer Thomas subió al estrado y, sin tanto rodeo, machacó a funcionarios, gobernantes y a diplomáticos centroamericanos que el istmo “todavía no es una región verdadera, porque no funciona como tal”.
Relató historias reales en las que organismos financieros europeos ignoran a países centroamericanos, porque carecen de posiciones unificadas, consecuencias que pueden ser desastrosas, a corto plazo, ya que “pierden la posibilidad de aprovechar buenas partes (oportunidades) de la globalización”.
A la vez, comparó que Centroamérica es la única zona en el continente que no negocia como región en las conversaciones para el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Y remató señalando que el área es la que tiene la tasa más alta de homicidios, a en el mundo, así como los índices más extremos de pobreza, deficiencia educacional y de salud.
Thomas es uno de los coordinadores de una investigación que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ha realizado junto a la Comisión de la Unión Europea, sobre el estancado proceso de unificación económica, política y social del área.
El estudio fue dado a conocer como un “modelo de desarrollo regional” llamado “Centroamérica 2020”, el cual habrá que seguir. Dentro de 20 años se supone que el istmo debe haber superado sus actuales complicadas diferencias.
La investigación pretende presionar o empujar, de una vez por todas, la integración centroamericana, con el compromiso de los gobernantes y de los sectores sociales.
Su contenido será objeto de debate en cada país del área y El Salvador fue sede de su difusión.
MUCHAS TRABAS
– Los gobernantes de “la región” suscribieron, en 1990, el Plan de Acción Económica para Centroamérica. Más tarde firmaron el Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana. Y así, una serie de convenios políticos, ambientales y sociales cuya existencia se pone entredicho cada vez que surge un conflicto entre las partes.
– De 1999 al 2000 ha habido ocho “guerras comerciales” que han obstaculizado el flujo de mercaderías, debido a variados y coloridos motivos.
– Nicaragua impuso hace un año, un arancel de 35% a Honduras, por considerar que cercenó parte de su territorio marítimo en el Atlántico, al aprobar un convenio con Colombia.
– Honduras frenó por un momento la entrada de huevos y pollos de Guatemala y de El Salvador, argumentando la existencia de influenza aviar.
– Hace un par de meses, a “la región” le costó acordar el reparto de cuotas de exportación de ropa a Estados Unidos, para beneficiarse de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC). Hubo necesidad de “un pacto de caballeros” y del respaldo de los presidentes, para hacerlo respetar.
MODELO
El modelo a seguir en el proceso de integración, según el estudio, parte de la falta de visión integral y de largo plazo que se tiene al respecto. Sus principales premisas tocan áreas en las que se debe actuar con miras al desarrollo de las próximas dos décadas. Una de ellas advierte que la integración es la respuesta más apropiada de los estados centroamericanos a la globalización y a las limitaciones en las estrategias de desarrollo nacional.
SUGERENCIAS
El listado de recomendaciones del informe es encabezado por la profundización de la unión aduanera, fortalecer la sociedad civil regional y las instituciones de apoyo a la democracia.
En segundo lugar se recomienda alcanzar la unión monetaria, con base en una moneda regional o con el dólar.
Y, en tercero, coordinar esfuerzos en la región para armonizar los impuestos sobre el capital y de los activos de centroamericanos fuera del istmo.
MUY LEJOS
El informe razona que Centroamérica “aún está muy lejos de ser un mercado único” y de ser una región -”salvo en el sentido geográfico”-, porque el comercio intrarregional representa menos del 20% de las exportaciones y menos del 15% de las importaciones, fenómeno producido por la supeditación de las importaciones a las exportaciones extrarregionales.
Más adelante, el informe presenta un estancado panorama de integración, en el que prácticamente no se ha avanzado en los puntos principales que la hacen posible, por falta de voluntad para financiar el proceso.
“La meta de la desgravación arancelaria todavía no se logra, y las instituciones regionales -debilitadas y carentes de recursos-, no son capaces de asegurar que las decisiones ejecutivas se traduzcan en hechos”.
La investigación refleja que las perennes trabas arancelarias en el istmo se han convertido en temas que requieren “una urgente solución”, debido al advenimiento de la globalización, en que “los mercados internacionales de capital no perciben a América Central como una región…”.
Sin embargo, mientras las sugerencias de la USAID y de la Comisión de la Unión Europea se hacen realidad, las mismas quedan en manos de los gobernantes, quienes no tienen fecha límite para cumplirlas.
Oscar Santamaría, secretario del Sistema de Integración Económica Centroamericana (SIECA), aseguró que la investigación y las sugerencias no quedarán en el archivo, debido a que la USAID y la Comisión de la Unión Europea han solicitado a la SIECA dar seguimiento y respaldo al cumplimiento de lo sugerido, aunque no hay fecha tope.