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¡Aprende a estudiar!

La nota en mi boletín no la podía creer, la verdad es que no la esperaba. Un luminoso 50 escrito con tinta roja desentonaba con el resto de mis calificaciones. “Pero si estudié toda la noche, ni dormí para hacer este bendito examen”, me repetía a mí mismo. Y era cierto, un día antes del […]

La nota en mi boletín no la podía creer, la verdad es que no la esperaba. Un luminoso 50 escrito con tinta roja desentonaba con el resto de mis calificaciones. “Pero si estudié toda la noche, ni dormí para hacer este bendito examen”, me repetía a mí mismo. Y era cierto, un día antes del examen me encerré en mi cuarto y me aislé por completo del mundo exterior: cero radio y cero televisión. Ese día no salí ni a la puerta de mi casa.

Días atrás me había encargado de ponerme al día con las clases que no tenía copiadas por mis inasistencias. Hasta le presté un cuaderno a un compañero que nunca devolví. La noche anterior al examen estudié todo lo que habíamos visto en el semestre. Como a eso de las doce me empezó a dar sueño, y yo que nunca en mi vida me había gustado el café, me bebí en esa ocasión unas diez tazas hasta que amaneció.

Por supuesto que llegué al colegio con unas ojeras de sacar raza y casi dormido. Cuando nos entregaron los exámenes tomé el mío y rápidamente le eché una ojeada a las preguntas. Pronto me di cuenta que desconocía casi la mayoría de las respuestas. Pero, ¿cómo, si estudié toda la noche?

Ahora comprendo que nunca, y no sólo yo, sino nadie, se puede estudiar todo lo que no se estudió en un semestre en una sola noche. Por eso a partir de esa experiencia consulté algunas técnicas de estudio que me gustaría compartir con ustedes.

PREPARATE PARA TU EXAMEN

Al prepararte para un examen lo primero que se debe saber es qué temas serán evaluados, y no es mala idea preguntarle al “profe”. Hay que estar claro en eso, porque no vaya a ser que te dediques a estudiar otra cosa que jamás se le pasó por la mente al “teacher” poner en el examen. Algo que puede ayudarte mucho es repasar los exámenes anteriores para ver cuáles son las preguntas que hace el maestro y de qué manera las formula.

Estar atento a los repasos que se realizan los días previos al examen te puede ayudar mucho. En éstos siempre se suele decir cosas interesantes, y por lo general se tocan temas exclusivos del examen. Hay que tener siempre presente que cuando el “profe” dice “esto es importante” es que tiene muchas posibilidades de salir en el examen. Tal vez un 99% de posibilidades de que salga.

CONSEJOS PRACTICOS

Antes que nada, para realizar la noble tarea de estudiar debemos buscar una silla cómoda, pero demasiado cómoda tampoco, no hay que exagerar, porque correrás el peligro de entregarte a los brazos de Morfeo.

Tratá siempre de estudiar en tu habitación, no es aconsejable que lo hagas en la cocina ni el comedor, y mucho menos en la sala de tu casa pues el ruido de la tele y el CD de Limp Bizkit que puso tu hermano no te dejarán concentrarte. Bueno, quedemos que vas a estudiar en tu cuarto, pero primero quita de la pared los carteles de Cindy Crawford y Pamela Anderson Lee.

Si no hay mucho espacio en tu casa tendrás que buscarte la biblioteca más cercana, que aunque creas que visitarlas es de lo más aburrido, son el mejor lugar para estudiar. Otro detalle importante que debes de tomar en cuenta es que tu área de estudio debe estar ventilada.

Algo que nunca he aceptado es aquella “consigna” estudiantil: yo estudio con música. No se debe de estudiar con música. Antes de sentarte a estudiar prepara todo aquello que vas a necesitar para luego no tener excusas para levantarte.

Programate períodos de estudios de unos cincuenta minutos alternándolos con unos diez o quince minutos de descanso. No es aconsejable estudiar dos horas seguidas sin descansar. Aprovecha los períodos de descanso para ir al servicio, merendar, llamar a los amigos, hacer recados. Si estás inseguro y crees que te faltará fuerza de voluntad, pídele a tus padres que te ayuden a cumplir el horario.

Y ya que hablamos de padres, ellos pueden ser de gran ayuda, te pueden tomar la lección, y si están muy ocupados con los quehaceres domésticos tus hermanos mayores te pueden salvar la campana.

No abuses de la tele ni la radio. En estos días lo único importante es estudiar para aprobar los exámenes, acuérdate que vas a tener tres meses para ver todo lo que querrás y escuchar toda la música que te dé la gana. Las películas las repiten una y mil veces por la tele y las canciones suenan en la radio casi un año, como si aún estuvieran de moda, cuando los intérpretes ya sacaron al mercado su siguiente producción.

Nunca debes de dormir menos de 6 horas por la noche y mucho menos no dormir una noche antes de tu examen. Es muy seguro que el cansancio te hará rendir menos. No pretenderás que tus padres creerán que eres muy estudioso sólo porque pasaste toda la noche en vela estudiando. Lo que no estudiaste en todo el semestre no lo vas a aprender en una noche.

Siempre es bueno consultar enciclopedias u otros textos para profundizar un poco en el tema que se habla en clase. Y un consejo muy importante: si por “x” o “y” motivo te distraes en clase con frecuencia, toma apuntes. Así es más difícil despistarse. Además tendrás todo lo que haya explicado el profesor. Para esto puedes echar mano de abreviaturas, símbolos, etc.

Ten presente esto: es mejor el estudio individual, sobre todo en época de exámenes, así no corres el peligro de distraerte con tu “célula de estudio”.

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