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José Alexander Alemán Sánchez, agredido por la pandilla Los Garrobos.En el recuadro, Iván Miller Hernández.

Más víctimas de pandillas

Janelys Carrillo Barrios [email protected] Dos jóvenes que pretendían divertirse sanamente terminaron en camas del Hospital Alemán-Nicaraguense después que, sin razón aparente, pandilleros de los Laureles Sur y la Colonia Miguel Bonilla los atacaron a balazos y tubazos. Aunque en circunstancias diferentes, José Alexander Alemán Sánchez, de 25 años, e Iván Miller Hernández, de 16, fueron […]

Janelys Carrillo Barrios [email protected]

Dos jóvenes que pretendían divertirse sanamente terminaron en camas del Hospital Alemán-Nicaraguense después que, sin razón aparente, pandilleros de los Laureles Sur y la Colonia Miguel Bonilla los atacaron a balazos y tubazos.

Aunque en circunstancias diferentes, José Alexander Alemán Sánchez, de 25 años, e Iván Miller Hernández, de 16, fueron agredidos por las pandillas Los Garrobos y la Miguel Bonilla, respectivamente.

En el primer caso, Los Garrobos llegaron a la casa donde se celebraba una fiesta de 15 años en Los Laureles Sur, a eso de las 8:00 de la noche del sábado, donde Alemán Sánchez se encontraba con algunos tragos entre pecho y espalda.

Según la versión del agredido, cuatro hombres integrantes de las pandillas Los Garrobos y La 13 llegaron al lugar de la fiesta y desde afuera, uno de ellos le hizo varios disparos. Tras acertarle dos tiros en el estómago, el agresor y sus acompañantes abordaron un camión pequeño y desaparecieron del lugar.

Mientras tanto, hace dos semanas, Miller Hernández, de 16 años, resultó con los huesos de la cara fracturados, cuando un grupo de vagos que deambulan por el sector de la Colonia Miguel Bonilla llegó al bar Mari y lo atacaron a botellazos.

El muchacho recordó que él se defendió y golpeó con un garrote a uno de los pandilleros, pero se le fueron todos encima hasta que le trituraron los huesos del rostro, al punto que tuvieron que operarlo para restaurarle la cara.

Aunque han transcurrido dos semanas desde esa agresión, el rostro de Miller luce aún hinchado. La punta de una sonda asoma por una de sus fosas nasales, la que los médicos se la pusieron para drenar “la sangre mala”,explicó.

Por otra parte, la Policía también investiga las circunstancias en que se ahogó Walter Moisés López Aburto, de 16 años, en una poza del puente Quebrada Honda, en Tipitapa.  

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