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Roma.- La economía estadounidense seguirá adelante sin importar quién sea el próximo presidente, indicó el Premio Nobel de Economía, Paul Samuelson, al tiempo que pronosticó un gobierno débil, incapaz de hacer cambios radicales con un Congreso dividido.
“La economía irá adelante (en la próxima administración estadounidense) como ha hecho con (el presidente saliente William) Clinton, destacó el experto en una entrevista publicada este martes por el diario Corriere della Sera.
Samuelson opinó que de ganar el republicano George W. Bush la presidencia, estaría imposibilitado de reducir los impuestos como quisiera, y si es el demócrata Albert Gore, estaría lejos de poder aumentar demasiado el gasto social, tal como prometió.
Además, agregó, el Congreso estadounidense quedará dividido en dos, con los republicanos y demócratas neutralizándose mutuamente y nadie sería capaz de cambiar radicalmente las cosas.
El resultado de los comicios presidenciales de Estados Unidos aún es incierto, ya que falta por definir cuál de los contendientes ganó el Estado de Florida, cuyos votos electorales darán la victoria a Bush o a Gore.
“NASDAQ DEBíA CAER”
De acuerdo con el economista, el índice tecnológico Nasdaq de Wall Street encontró en la actual crisis electoral la excusa que necesitaba para hacer lo que debía haber hecho desde hace meses: caer.
“Se había convertido en un mercado no de títulos, sino de billetes de lotería, aunque en mi opinión aún no ha tocado fondo”, apuntó.
Samuelson descartó que el impasse entre Bush y Gore sea la verdadera causa de las dificultades del índice tecnológico. “Las agravó, pero las causas estaban ya presentes y la gente entendió que buena parte de la nueva economía era una alucinación”, dijo.
El Premio Nobel comparó al Nasdaq como un avión que para volar debe prender el motor y que su carburante son las ganancias. “Pero si las ganancias no arriban el avión se cae y si además no hay piloto, el presidente en este caso, la caída se agrava”, ejemplificó.
Por el contrario, aseguró, el índice Dow Jones navega en agua más seguras y aunque sufre los impactos del impasse entre Bush y Gore y del sector de alta tecnología, ha resistido.
“Excluyo una caída de Wall Street similar a la de 1987, que sería el único escenario que podría dañar seriamente la economía”, enfatizó.
Pese a la crisis electoral, no se ha llegado a una situación de emergencia y al final prevalecerán el sentido común de los candidatos y el interés nacional, afirmó el reconocido economista.
En opinión del Premio Nobel, sólo si el impasse se prolongase por uno o dos meses, entonces sí “habría serios problemas”.