- Trabajadores de la construcción realizan paro de 24 horas y 250 mil afiliados acatan la orden
- Fujimori se encuentra en Brunei, en la Cumbre de la APEC, y algunos piensan aprovechar su ausencia para darle un “bucaranazo”
Cables Combinados/Lima
La Policía dispersó con gases lacrimógenos a centenares de manifestantes que demandaban la renuncia del presidente Alberto Fujimori en la Plaza Mayor frente a la casa de gobierno.
La manifestación fue organizada por la Federación de Trabajadores de la Construcción, que realizan un paro nacional de 24 horas.
Mario Huamán Rivera, secretario general de la Federación, dijo a los reporteros que el paro fue acatado por unos 250,000 trabajadores de la construcción.
La organización demanda la renuncia y el juzgamiento de Fujimori, así como un juicio al prófugo ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos.
La federación dijo en una nota que adicionalmente pide la “formación de un gobierno transitorio… para solucionar la grave crisis política del país’’.
Añadió que también piden un aumento de salarios para los trabajadores del ramo, y empleo para 250,000 compañeros desocupados.
Manifestantes armados con palos atacaron a la policía antimotines que custodiaba la fachada de la casa de gobierno, mientras otros quemaban papeles o exclamaban “¡No hay presidente!…¡No hay presidente!”.
La Policía repelió el ataque con granadas de gases lacrimógenos, dispersándolos.
En Arequipa, la segunda ciudad importante del país al sudeste de Lima, diferentes organizaciones sindicales, estudiantes, maestros y trabajadores de la construcción realizaron una manifestación por las principales calles y la plaza principal.
PRIMER MINISTRO PLANTEA PROPUESTA
La eventualidad de una renuncia del presidente Alberto Fujimori se acrecentó este miércoles luego de que el primer ministro de Perú, Federico Salas, la dejó entrever como una eventual salida a la situación “tan inestable” que caracteriza la prolongada crisis política peruana.
Salas precisó que no había conversado sobre el tema con el mandatario, Pero su declaración se sumó a la efectuada por el ministro de Economía, Carlos Boloña, quien comentó el martes en Chile que, dada la compleja crisis política, “se achican” las posibilidades de que Fujimori pueda seguir hasta el fin de su recortado mandato, el 28 de julio de 2001.
Por su lado, el segundo vicepresidente de la República y actual encargado del despacho presidencial, Ricardo Márquez, afirmó que el equilibrio político y económico de Perú “pasa por tener un gobierno y un primer ministro de consenso”.
“Lo importante es que una vez que haya un presidente del Congreso de consenso lo que nos compete a nosotros, en el Ejecutivo, es seguir en esa dirección, que tengamos un primer ministro también de consenso”, dijo Márquez en rueda de prensa en el Palacio de Gobierno.
Añadió que ha convocado para el jueves a una sesión del Consejo de Ministros, sin haberlo consultado con el presidente Fujimori.
Las opiniones de los colaboradores de Fujimori, las primeras en ese sentido, curiosamente se producen cuando el jefe de Estado participa en Brunei en la Cumbre de la APEC y luego tiene previsto viajar a Panamá, sede de la X Cumbre Iberoamericana, que comienza el viernes, y cuando existen en el Congreso pedidos para su apartamiento de la presencia por “incapacidad moral”.
El primer ministro coincidió con su colega de Economía y resumió que, “lejos de buscar una estabilidad que permita cumplir con los objetivos democráticos” de ir a elecciones generales en abril bajo la conducción de Fujimori, “se discuten temas de otra naturaleza que impedirían ir a elecciones lo más rápido posible”.
Salas declaró a la emisora Radioprogramas del Perú: “Esas decisiones Tienen que ser tomadas directamente por el presidente Fujimori, no he conversado con él, pero el escenario político está tan inestable que no descartaría absolutamente nada en este momento en el Perú”.
TOLEDO RECHAZA PROPOSICION
El líder opositor peruano Alejandro Toledo rechazó este miércoles en Nueva York que la renuncia del presidente Alberto Fujimori, posibilidad evocada por el primer ministro Federico Salas, sea la solución a la prolongada crisis política que vive Perú.
“Puede parecer incongruente, porque nosotros hemos estado llamando a Fujimori a que abandone el poder”, dijo Toledo, pero luego explicó que “la principal inquietud de la oposición es construir una alternativa política sólida, que contribuya a restaurar la democracia y la credibilidad de Perú”.
PANORAMA PODRIA EMPEORAR
El panorama podría calentarse a partir de este jueves, cuando el Congreso se reúna para elegir a un nuevo presidente, responsabilidad que podría recaer en un representante de la oposición, que el lunes se anotó una importante victoria política al censurar y separar de la presidencia de la Cámara a la oficialista Martha Hildebrandt.
– Precisamente en el Congreso, la petición de declarar vacante la presidencia de la República desliza sobre la crisis peruana el fantasma de una salida política “a la ecuatoriana”, como ocurrió en el caso del ex presidente de ese país Abdalá Bucaram, declarado “incapaz mental” por el Congreso y destituido.
– De momento, los pedidos existentes (de un legislador opositor, del Colegio de Abogados de Lima y del colectivo político Foro Democrático) de solicitar la vacante presidencial, aducen razones de orden moral.
– La vacante en la Presidencia de la República está establecida en la Constitución Política de Perú, que contempla hasta cinco razones para que ésta se produzca, entre ellas la incapacidad moral del mandatario, que es el sustento de dos de los pedidos.
– Las otras cuatro razones para que se produzca la vacante son la muerte del jefe del Estado, la aceptación de su renuncia por el Congreso, el salir del territorio nacional sin permiso del Congreso o no regresar a él en el plazo fijado y la destitución, tras haber sido sancionado por alguna infracción, como traición a la patria o el impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales.
– La Constitución peruana no establece específicamente la mecánica que debe seguir un pedido de vacante presidencial. En caso de que se admita, tras un debate se procedería a votación, y se aprobaría o rechazaría por mayoría simple (61 de los 120 legisladores del unicameral Congreso).