- Cancillería espera concluir diferendo
- Nicaragua no renunciará a “soberanía y sumo imperio”
José Adán Silva [email protected]
El canciller nicaragüense Francisco Aguirre Sacasa, partió hoy rumbo a la Cumbre Iberoamericana que se realizará en la ciudad de Panamá, con la misión de propiciar un diálogo con su homólogo costarricense, Roberto Rojas, para disminuir las tensiones entre ambos países, originadas por los desacuerdos en cuanto a la navegación por el Río San Juan.
En los últimos días, Costa Rica ha protestado enérgicamente al gobierno nicaragüense por incidentes en las márgenes del Río San Juan, y por supuestas malas interpretaciones por parte de Nicaragua a los tratados bilaterales sobre la navegación en el mencionado curso acuático. Costa Rica ha amenazado incluso, con llevar el asunto a litigio internacional.
Antes de partir a Panamá, Aguirre dijo que trataría de reunirse con Rojas para conversar sobre el Río San Juan y buscarle una solución diplomática y razonable al asunto, que ya lleva varios años. El jefe de la diplomacia nicaragüense recalcó que cualquier acuerdo entre ambos países sería sin menoscabo a la autoridad y sumo imperio de Nicaragua sobre el río.
Asimismo, Aguirre dijo que por las características semiinformales de la Cumbre, podría darse un encuentro entre los mandatarios de ambas naciones, Arnoldo Alemán y Miguel Angel Rodríguez, quienes una vez más tratarían de encontrar una solución a las diferencias originadas entre ambos gobiernos por los distintos conceptos que maneja cada país en el tema de la navegación por el San Juan.
¿UNA CUMBRE MAS?
La X Cumbre de Mandatarios de Iberoamérica iniciará a partir de hoy con un encuentro entre cancilleres, y concluirá el próximo sábado con la reunión de 23 mandatarios iberoamericanos.
– En el encuentro se tratará la situación de la niñez iberoamericana, y su lema será “Unidos por la niñez y la adolescencia, base de la justicia y la equidad en el nuevo milenio”.
– La situación que los mandatarios verán sobre la niñez es realmente dramática: se calcula que medio millón de infantes mueren cada año por enfermedades que pudieron prevenirse, y 22 millones están fuera de las escuelas, trabajando en las calles bajo riesgo.