- Capturada en el expreso de Siuna
Juan Rodríguez [email protected]
La policía de Tipitapa encontró debajo de un asiento de un bus expreso que recorre la ruta Siuna (RAAN) – Managua, cinco paquetes envueltos con cinta adhesiva, presuntamente llenos de cocaína. Una mujer miskita que traía la droga fue detenida.
El bus placas 161- 644, fue revisado primeramente en el Empalme de San Benito por un retén policial. Los agentes detectaron a varios pasajeros muy nerviosos y decidieron remitir el bus al municipio de Tipitapa para realizar un segundo chequeo.
Los agentes hicieron bajar a unos 45 pasajeros para revisar el bus y los bolsos de las personas. Al cabo de algunos minutos un policía encontró debajo de un asiento, bien ordenados, cinco paquetes cafés envueltos con cinta adhesiva. Ayer se esperaban los resultados del Laboratorio Central de Criminalística sobre el análisis de la calidad de la droga.
En el asiento, ubicado en el centro del bus, venía la señora Julia del Socorro González Bustillo, originaria de la comunidad de Auka, muy cerca del municipio de Prinzapolka en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN).
Al ser indagada por la Policía, dijo que esos paquetes no le pertenecían. Una mujer policía al registrar a la miskita le encontró unas ocho onzas de “polvo blanco”, en un paquete envuelto en cinta adhesiva que traía escondido en sus partes íntimas.
“Ese paquete sí es mío porque yo lo traía”, admitió la mujer ante el Comisionado Leonardo Vanegas Berríos, jefe de la Policía de Tipitapa, “pero los que venían debajo del asiento no son míos”, dijo la mujer.
Declaró que un hombre llegó hasta a su casa y le ofreció la droga, pero que a cambio le pidió un quintal de arroz por cada paquetito. El trato era que esa droga la tenía que vender en Managua, supuestamente donde una mujer que vive por el sector del edificio Armando Guido, en el kilómetro cuatro de la carretera Norte, relató la mujer ante la Policía.
La miskita se observó todo el tiempo con una “tranquilidad total”, y se mostró bien esquiva a las preguntas que le realizó la Policía.
Dijo que la mujer que la compraría los paquetes en Managua se llama María, pero que no recordaba del apellido.
Aclaró que hace un año ella vino también a hacer esa misma diligencia.