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‘Pechonalidad’ sin complejo

¡Libérate! El tamaño de tus senos puede llegar a acomplejarte, pero en ti existen otros atributos de tu personalidad que puedes resaltar “En mis años de adolescencia recuerdo que era un tormento las semanas santas, el sol, las playas, música, ver desfilar muchachos guapos y yo con el martirio de tener que usar traje de […]

¡Libérate! El tamaño de tus senos puede llegar a acomplejarte, pero en ti existen otros atributos de tu personalidad que puedes resaltar

“En mis años de adolescencia recuerdo que era un tormento las semanas santas, el sol, las playas, música, ver desfilar muchachos guapos y yo con el martirio de tener que usar traje de baño. Mi gran complejo era el mismo que el de muchas jovencitas: el tamaño del busto”. Testimonios como este se repiten en los pasillos de universidades, colegios, cafeterías, etc.

Karla Roberta Ruiz Gutiérrez, de 17 años, estudiante de cuarto año de secundaria, forma parte de ese grupo de jovencitas a quienes la medida de los senos incide en su personalidad.

“Me acompleja el tamaño de mis bustos en cierta medida porque pienso que son muy grandes y me incomoda el hecho que los muchachos, cuando llego a un lugar, concentran su atención básicamente en ese punto”, expresa Karla.

“Aunque es incómodo también tiene sus ventajas, como que llamas la atención y captas las miradas, difícilmente pasas desapercibida”, agrega.

“Otra de las incomodidades es que toma trabajo encontrar un sostén adecuado, ya que en las tiendas hay más ropa interior para pechos pequeños o intermedio y no grandes como los míos”, confiesa.

“Tengo muchos enamorados, pero pienso que los muchachos deberían fijarse más en otras cosas que en el físico, como la personalidad y sentimientos”, sugiere.

La bachiller Marcela Cantero Cedeño, de 19 años, es todo lo contrario a Karla. Ella posee bustos menos grandes, pero asegura que tenerlos pequeños no le causa ningún complejo.

“Para mí no ha sido problema. Creo que lo que más llama la atención de mí, son mis sentimientos. En ningún momento me preocupó el tener un busto pequeño”, dice Marcela.

EL MITO DE LOS 90-60-90

La sicóloga Karla Olivares sostiene que el tamaño del busto es causa de preocupación para las jovencitas. Sobre todo en la etapa de adolescencia porque les interesa sobremanera la percepción que tienen de su imagen física en los demás.

De acuerdo a la profesional, la sociedad influye en esta actitud de las adolescentes porque desde temprana edad nos dicta conceptos errados sobre la belleza.

“La sociedad te inculca que las medidas corporales perfectas para la mujer son 90, 60, 90, pero lógicamente no todas llenan esos requisitos sociales y por lo tanto no se ajustan a las exigencias y no caben en el rango de hermosa o bonita’’, sostiene Olivares.

“Se debe tomar en cuenta que no todos tenemos los recursos y posibilidades de seguir disciplinas orientadas a mejorar la condición física, como someterte a una dieta adecuada y asistir a un gimnasio”, agrega.

“Estos parámetros establecidos por las clases sociales fomentan complejos en la juventud. Un ejemplo de lo mismo es que las jóvenes que tienen los senos muy grandes, tratan de ocultarlo y muestran su inconformidad encorvando la postura corporal, usando ropa holgada, tapándolos con los brazos, etc.”, añade.

Olivares señala que en el caso de los bustos pequeños, las adolescentes suelen colocarse rellenos en los sostenedores, ya sean de algodón o tela, o utilizar los que los incluyen para semejar que tienen un tamaño superior.

ACTITUD NOCIVA

“La actitud de avergonzarse de sus cuerpos daña la personalidad y el autoestima y estos son factores determinantes en el desarrollo sicológico”, explica la licenciada Olivares.

“El sentirse bien contigo misma o contigo mismo es lo más importante. Tienen que tener claro que hay aspectos de nuestro cuerpo que podemos cambiar o mejorar, pero hay otros que no”, dice.

“El tamaño del pecho es algo que puedes modificar sólo con cirugía y no todos tenemos las posibilidades económicas de someternos a una. Podemos mejorar su apariencia, pero no el tamaño”.

“No es tan importante cómo te vean los demás, como el hecho de cómo te sientas contigo mismo”, expresa.

“Los medios de comunicación, la familia, Iglesia y todas las demás formas de participación en la sociedad, te proyectan imágenes que te sugieren que si no te sometes a sus parámetros, no estás en lo aceptable por estos sectores”, sostiene Olivares.

Los jóvenes mayoritariamente se fijan en el aspecto físico. Si no es hermosa y bonita no les atrae lo suficiente. No toman en cuenta atributos como la personalidad, su forma de ser y sentimientos.

“Por lo anterior es que al iniciar relaciones, ya sean de tipo amorosas o de amistad, se dan cuenta que no era todo lo que proyectaba, que no son compatibles, y esto porque no se tomaron el tiempo para conocerse mejor y se dejaron llevar por la apariencia”, agrega.

CONCENTRARSE EN LAS CUALIDADES

“Las muchachas por su parte, buscan en ellos un cuerpo atractivo y en buena condición física y un rostro bonito, pero no concentran sus expectativas en otras cualidades de la persona”, señala.

“Si eres una persona insegura, proyectarás inseguridad; por lo que hay que fortalecerse sicológica y espiritualmente para evitar que factores que te rodean minimicen tu autoestima”, proclama.

La licenciada Olivares advierte sobre los factores que tienden a dañar el amor propio, éstos se originan principalmente en el hogar y círculo de personas cercanas a nosotros.

“Los familiares tienden señalar a los hijos e hijas sus defectos físicos de forma errada. Les dicen ‘¡qué gorda!’ o ‘¡gordo que estás!’, hacen comparaciones con otras personas diciendo si es el caso de una jovencita: ‘¡Mirá el cuerpo de esa otra muchacha, es bonito, no como el tuyo y todo porque no te cuidás!’ “, manifiesta.

La sicóloga orienta que no es sano comparar a las personas ni hacer este tipo de señalamientos porque se fomenta que el adolescente cree su imagen a base de la de otra persona.

Fijar tus objetivos en enriquecer tus atributos intelectuales, espirituales y físicos preocupándote por mantener una buena salud, son las recomendaciones de la profesional.

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