Norman Spencer (Harrison Ford) y su bella esposa Claire (Michelle Pfeiffer), acaban de mudarse a una nueva casa y sufren la partida de su única hija quien recién ingresó a la universidad. El matrimonio era perfecto hasta que Claire se queda sola durante largas horas en su huevo hogar, debido a que su esposo, un brillante genetista, trabaja día y noche en la preparación de una importante conferencia.
De repente, Claire comienza a escuchar ruidos y observa cosas fuera de lo normal: puertas que se abren solas, objetos que caen, aparatos eléctricos se encienden solos y la figura de una mujer que se refleja en el agua. Esto provoca que decida visitar al psiquiatra creyendo que padece de una angustia provocada por la partida de su hija. Pero el verdadero problema surge cuando descubre que su esposo esconde un grave secreto, que al ser revelado cambiará radicalmente su matrimonio y su forma de percibir el mundo natural y sobrenatural.
La película tiene momentos espeluznantes, y la primera parte de la cinta es muy buena, pues crea una ambientación perfecta para el desenlace, el cual es fácilmente predecible pero de igual manera mantiene la atención del público hasta el final. Lo malo es que cuenta con escenas muy largas y cansadas, debe ser porque la mayor parte del tiempo la historia gira sobre el matrimonio, pues en la cinta no hay muchos personajes.
La crítica estadounidense ha sido muy dura contra su director Robert Zemekis, ganador del Oscar por “Forrest Gump”, y responsable de los éxitos “Volver al Futuro” y “Contacto”. Según ellos, Zemeckis quiso imitar al maestro del suspenso Alfred Hitchcock, debido a que la mayoría de las situaciones de suspenso ocurren en el baño, como en “Psicosis” y que el personaje de Ford se llama Norman. Además que las tomas de cámara en la bañera recuerdan esa magistral cinta.
Sin embargo no podemos negar que el director logró un ingenioso y efectivo manejo de cámara que permite transmitir al espectador la angustia, desesperación y miedo. Con tomas largas y acercamientos a diferentes elementos como lo pueden ser unos escalones, los pies de alguien, espejos, rostros, etc., el cineasta demuestra que en la parte técnica es uno de los mejores.
La química entre Michelle Pfeiffer y Harrison Ford es estupenda, conforman una pareja creíble y carismática que le ayuda a uno olvidar por momentos quienes son, pues con estrellas de este calibre, tan conocidas y a los que relacionamos con sus éxitos anteriores, es muy difícil asimilarlos en nuevos papeles.
Pfeiffer, quien a sus 43 años de edad sigue siendo una mujer hermosa y realiza una buena actuación, de hecho la mayoría de la película le pertenece a ella, mientras que Ford tiene la oportunidad de darle un giro a la imagen que el público siempre ha tenido de él, ya que ahora hace el papel de “malo”.
Si bien es cierto la película que se quedó a la mitad del camino debido a lo malogrado de su guión. Desafortunadamente no logra ni el ritmo, ni la tensión, ni el asombro de los anteriores trabajos de Zemeckis, quien debuta en esta ocasión dentro del género de terror, quizás si hubiera elegido un guión mucho más original (a como nos tiene acostumbrados), el resultado hubiera sido mucho más consistente. La película es buena, pero pudo ser mejor.
Ficha Técnica
Revelaciones se estrenó el pasado 21 de julio en los Estados Unidos y en nuestro país se exhibe desde el pasado 16 de noviembre del 2000.
Esta película está clasificada PG-13 por terror/violencia, sensualidad y lenguaje.
– Título original: What Lies Beneath
– Título en español: Revelaciones
– País: Estados Unidos, 2000
– Director: Robert Zemeckis
– Productores: Jack Rapke; Steve Starkey & Robert Zemeckis
– Escrita por: Clark Gregg
– Elenco: Harrison Ford; Michelle Pfeiffer; James Remar; Diana Scarwid; Amber Valleta; Rachel Singer; Katharine Towne.
– Música: Alan Silvestristri.
– Duración: 130 minutos.
– Distribuida por: DreamWorks SKG.