Cuando la mujer gobierne en la tierra se acabarán las guerras, digo esto que como muestra un botón, se dio con los hechos acaecidos recientemente en Puerto Cabezas, con la sublevación del grupo Yatama, que reclamaba su participación en las elecciones municipales.
Es que en Puerto Cabezas tenemos una Gobernadora, mujer y madre en potencia que demostró equilibrio, mesura en el uso de la razón para que las fuerzas del orden actuaran con “prudencia” decía ella, para evitar al máximo que hubiera sangre, lágrimas y otros daños que lamentar.
La Licda. Alba Rivera de Vallejos merece todos mis respetos por ese manejo prudente y sereno, porque la dimensión de la crisis es para que se derramara la sangre como muchos pensábamos. Pero su actitud valiente, de dirigir y consensuar me hizo recordar a doña Violeta, gobernando este paisito como dice Guillén en “El Azote”, que es difícil y que al mejorcito se el rebalsan las bilis.
En las calles de Puerto Cabezas, pudimos ver a don Brooklin Rivera, haciendo uso de su libertad de líder de su grupo Yatama llamando a la abstención.
Lo complicado del Atlántico es que además de estar aislado hasta de los medios de comunicación del Pacífico, sus nativos son apasionados para mantener sus tradiciones y regionalismos, lo que nos hace diferentes, pero que somos nicaragüenses al fin.
Cuando veo y observo detenidamente esas actuaciones tan especiales que sólo la mujer las produce, pensé que, cómo sería una Asamblea Nacional compuesta por las siguientes mujeres:
Violeta Barrios, Alba Rivera, Mónica Baltodano, Azucena Ferrey, Xantis Suárez, Martha Palacio, Martha Lacayo, Josefina Ramos, Milú Vargas, Hortensia Rivas, Rosa Marina Zelaya, Cristiana Chamorro, Josefina Vanini, Jamileth Bonilla, Martha Quezada, Ligia Altamirano, Angela Rosa Acevedo, Auxiliadora Matus, María Fernanda Flores, Rosa Argentina López, Ada Luz Monterrey, Rita Fletes, Patricia Independencia Obregón, Dora María Téllez y otras decenas de mujeres valiosas que vienen a mi mente y que por razones de espacio, no puedo seguirlas destacando.
Con todas esas trayectorias y experiencias los partidos políticos deberían de integrar más a las mujeres que con la categoría de una Alba Rivera, las necesitamos en la toma de decisiones del quehacer político, económico y social de nuestra nación. Mi especial reconocimiento a la Gobernadora de la RAAN.
Fanny Prado Ortiz