- Después de la visita del Presidente Alemán empezó el acoso de Gobernación
William Briones [email protected]
Con la llegada del Presidente Arnoldo Alemán a Mulukukú, en días pasados, la enfermera estadounidense Dorotea Granada, empezó a sufrir una especie de “persecución”, por parte de personeros de Migración y del Ministerio de Gobernación, luego que un dirigente liberal de la localidad, la acusara de “atender a pacientes sandinistas”.
La cooperante asegura que la acusación es infundada, “imagínese que en la zona residen 30 mil personas, de los cuales se calculan 6,000 sandinistas, los demás son liberales y de la Resistencia Nicaragüense, nosotros tenemos un registro de 26,000 personas atendidas o sea que brindamos atención a quien lo necesite”, explicó.
La posibilidad que Granada sea deportada, provoca intranquilidad en los habitantes de la zona. “El 14 de noviembre, llegó el presidente y desde entonces, han llegado a revisar mis papeles que están en orden, quiero seguir trabajando, pero temo que quieran sacarme del país, porque mucha gente necesita auxilio médico, que el gobierno no puede brindarles”, explicó.
Asegura ser apolítica, dedicarse a ayudar al prójimo como le ordena su conciencia y por ser enfermera jubilada en los Estados Unidos con 50 años de experiencia. “La gente merece salud, servimos a todo el que lo necesite, incluso varios ex jefes de la Resistencia Nicaragüense, porque saben que estamos para servir y la gente tiene confianza en nosotros”, manifestó.
Expresa que la mayoría de las atendidas son viudas y desplazadas de la guerra. “Estaban preocupadas por la situación de salud. La RAAN tiene el número más alto de mujeres muertas, una de cada 100 está muriendo por falta de atención médica y demasiados niños.
“Nos preocupa lo que pueda ocurrir, por las mujeres porque tenemos muchas con citas que requieren atención, la guerra principal es contra el cáncer, el 25% de la población tiene condiciones que pueden provocar cáncer y 10% ya tiene ese mal”, explicó.
Dijo que luego de la visita de Alemán le pidieron su documentación, “yo les expliqué de la labor y la segunda delegación dijo que se trataba de chequeo rutinario, teniendo once años ahí; bueno bienvenida la rutina que quiere visitarme por primera vez en once años”, exclamó.