Ella es como una luz que precede de la salida del sol. No es el amanecer ni se llama aurora, tampoco es una adivinanza. Nos referimos a la joven y talentosa Milena García, presentadora de la revista televisiva Primera Hora, quien desde hace varios meses se encarga de fomentar la cultura y abrir espacios a otros sectores sociales desde la pantalla del Canal 2.
Muchos de sus admiradores la extrañaron esta semana. La joven viajó hacia Costa Rica el pasado martes, lugar donde tenía concertada una entrevista con uno de los cantantes más famoso del mundo: Julio Iglesias. Aunque según ella, la hubiera emocionado más si el artista hubiera sido Silvio Rodríguez.
Su fe de bautismo señala que su nombre completo es Milena María García Salmerón y que su cordón umbilical fue cortado el primero de octubre de 1977. Ingresó a la Universidad Centroamericana en 1996 y recién se graduó como licenciada en Ciencias de la Comunicación.
La joven afirma que estudió esta carrera por “pura casualidad”, en realidad cuando se bachilleró quería estudiar cine y como no tenía posibilidades para estudiar fuera, decidió escoger esa carrera que era lo más cercano.
Aquí Entre Nos (AEN).– ¿Y esa pasión por el cine, porque tengo entendido que ahora que te graduaste deseás realizar una maestría o especialidad en esa materia?
Milena García (MG).– Es una manera bien integral de contar una historia, porque interactúan una serie de disciplinas: La literatura, la música, las artes visuales. A parte, el hecho de ver una película es algo que disfruto mucho y con lo otro que me apasiona un poco como es la literatura está perfectamente combinado, igual la música.
Me gusta mucho la comunicación también, por eso me gusta el cine. Me parece una manera perfecta de comunicar algo. No es una manera rígida, ni formal, es algo con lo que podés jugar, emociones, idea…
AEN.– ¿Satisfecha con tu trabajo?
MG.– Sí, sí, sí me gusta, me gusta mucho. Bueno, no me gusta levantarme de madrugada, pero vale la pena, en este momento de mi vida es el mejor trabajo que podría tener, lo disfruto, es bonito después de haber estado en prensa escrita que es algo que también me gusta mucho, es bueno estar en un medio audiovisual donde la palabra también tiene peso, pero tiene que ser combinada con la imagen y los sonidos. Lo estoy tomando como un lugar para aprender y creo que sí he aprendido y me va a servir mucho.
AEN.– Entrando un poco en el plano personal. Qué paso con aquella tendencia hippie por parte de Milena, la afición por la vida bohemia, la literatura, la música, etc.?
MG.– Yo sigo visitando los lugares donde iba antes. A nivel personal, el tiempo de ocio, es exactamente igual.
AEN.– ¿Trabajar en la televisión no ha alterado en nada tu vida, la relación con tus padres, los amigos…?
MG.– Bueno, a mí siempre me han visto como medio loca en mi casa (sonríe) pero siempre ha sido así. A mis amigos de la universidad pues ya no los veo mucho, porque ya salimos, aunque siempre he sido medio olvidadiza y a veces poco detallista.
AEN.– ¿Qué ha pasado con las crisis existenciales de Milena?
MG.– (sonríe) No, no, no son crisis existenciales, sino que pienso mucho las cosas. Cuando tengo algo enfrente me pongo a ver muy bien los pro y los contra. Soy bastante indecisa cuando son decisiones importantes personales, sobre todo cuando son retos me cuesta decidirme y padezco constantemente de un poco de miedo. Pero cuando son cosas de trabajo decido rápido.
AEN.– ¿Algo que te entristezca?
MG.– Muchas cosas, casi todo. Me da mucha tristeza este país para comenzar y como es aquí donde vivo, entonces usualmente me da tristeza todo. A veces me dan ganas de salir corriendo, aunque tal vez todos los países son así, tal vez todo el mundo es así. Pero da un poco de tristeza –sobre todo en el trabajo que nosotros estamos-, cuando vas a algún barrio y ves que miseria hay y en realidad uno no puede hacer nada, más que reflejarlo, plantearlo para que la gente se dé cuenta cómo está, pero a fin de cuenta…
AEN.– ¿Cómo va la fama?
MG.– Fíjate que sí, pero no es tanto. No es así como que andan tipo paparazzis, no es tanto así.
AEN.– ¿Y los tiempos libres?
MG.– Pues no mucho realmente. Soy vaga, me gusta salir, medio pachanguera, no bacanalera porque no soy muy de fiesta, ni nada, pero me gusta mucho salir con gente que me cae bien y hablar en lugares agradables donde me sienta bien, porque tampoco soy de andar en discotecas bulliciosas. También me gusta muchísimo leer y escribir.
AEN.– ¿A propósito y qué pasó con la poesía?
MG.– Pues yo nunca me he considerado poeta, me gusta escribir y punto. Pienso que para ser escritor no basta necesariamente sólo escribir, ser escritor es un oficio.
Soy muy caprichosa en cuanto al estado de ánimo, si escribo algo y no tengo ganas de enseñarlo no lo enseño y viceversa. Me gusta escribir por el mero placer de hacerlo.
AEN.– ¿Sueños?
MG.– Un montón: Me gustaría en algún momento de mi vida hacer algo donde realmente contribuya y aporte algo, creo que ahora no lo hago. Especializarme en algo y aportar, por ejemplo a nivel de producción audiovisual me parece que Nicaragua tiene mucho potencial como país, como cultura. Me gustaría hacer cine en el país, se hizo en los ochenta pero con otro enfoque, creo que se podría hacer muchísimo, más adelante obviamente, pero hay países latinoamericanos como Cuba y México donde existen iniciativas, hay apoyo y se hace un buen cine. Esto es un gran avance, o sea, no sólo en los países de primer mundo se puede hacer cine.