Soy un obrero de la sastrería, autodependiente, pago impuestos como todo ciudadano. Pero me hago una pregunta: ¿En qué forma los pobres gozamos de los impuestos que pagamos?… Si vamos a un hospital no hay medicamentos; si a la escuela que van nuestros hijos pagamos la mensualidad, aún siendo pública; si cuando llegan a arreglar las carreteras, de qué le sirve al pobre si no tiene un vehículo; si no tiene finca, mucho menos hacienda para sacar los productos o las cosechas.
Si por alguna razón le tocara salir al extranjero, tiene que pagar impuestos. En la Embajada tiene que pagar por la visa, se la den o no se la den, esto y cuantas más.
El que tiene vehículo paga el impuesto de rodamiento y las calles no las arreglan, siempre están malas. En los recibos de agua, luz y teléfono va el impuesto y el colmo de las desgracias es que en el recibo del agua, según lo que uno gaste, le cobran más el alcantarillado. En la luz, lo mismo, dependiendo de lo que consuma así le cobran el alumbrado público. Esto me parece injusto, ya que el alumbrado público y el alcantarillado debiera ser un pago fijo.
En los impuestos que se pagan al IGV, si uno se atrasa, paga mora por impuestos. La Alcaldía cobra más impuestos aunque el barrio esté sucio, al igual que los cauces, que son las lluvias las que los limpian. Sin contar los impuestos innumerables que cobra la Alcaldía por bienes inmuebles. Yo me pregunto:
¿Cuándo es que los pobres vamos a respirar tranquilos? ¿Cuándo es que los pobres vamos a vivir mejor, si nos mantienen ahogados y para colmo cada día tenemos menos derechos y acceso a lo que nuestros impuestos supuestamente cubren?
César Augusto Jarquín Rivera
Villa Pedro Joaquín Chamorro, Managua.
Teléfono 2498722