Es necesario que el pueblo nicaragüense recapacite y que nos demos cuenta que los frentistas nunca han pretendido cambiar su manera de proceder, la mentalidad de estos señores está llena de maldad y nunca han querido el bienestar para la ciudadanía, simplemente su método de gobernar a través del chantaje y la mentira fue lo que nos ha llevado a vivir hasta ahora con semejante pobreza.
Precisamente su característica más sobresaliente es que como están acostumbrados a actuar de mala fe, lo van a seguir haciendo por el resto de sus días y las nuevas generaciones no pueden tomar este modelo o forma de actuar que destruye la dignidad humana.
Los resultados electorales dados a conocer el veintisiete de noviembre, fueron dados bajo presión a pesar de que ellos son la mayoría de los empleados del Consejo Supremo Electoral, desde el personal de campo y de oficinas.
La única diferencia es un magistrado más nombrado por el gobierno. Gozando este Poder del Estado de toda la autoridad que está investido tiene todo el derecho de dar los resultados electorales en el momento que se hayan disipado todas las dudas y que se cumpla con todos los requisitos que la Ley establece para tal efecto.
El pueblo nicaragüense debe estar convencido de quiénes son los que se valen de artimañas y falsedades para esconder la verdad y pretendiendo hacerse las víctimas amenazan a toda la nación con paralizar el país, si los resultados electorales no se dan a conocer en el momento o el plazo fatal que ellos lo exigen, convirtiendo a este Poder del Estado en un rehén de sus exigencias y a todos los ciudadanos en víctimas de sus caprichos e intolerancias a sabiendas que están ridiculizando a este Poder del Estado.
Por lo tanto es necesario que todos los nicaragüenses tomemos notas de este comportamiento y nos demos cuenta que nuestro voto es indispensable. Para que en las próximas elecciones presidenciales podamos votar por la libertad y por un estado de derecho o de lo contrario estaremos condenando a nuestros hijos a vivir en el oscurantismo y el terrorismo de estado al que estos señores nos habían querido someter, abusando de la bondad y la nobleza de este pueblo nicaragüense que su único defecto es amar a Dios y a la Virgen Santísima sobre todas las cosas.
Thomas Salomón Ríos Escobar
Matagalpa
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