Son jóvenes que quizás han dejado un merecido descanso, después de un examen, un trabajo pendiente en la universidad, una larga tarde de estudios y hasta una reunión familiar, por entregar su tiempo y un corazón lleno de amor y cariño a miles de niños, ancianos y reos, esas personas muchas veces marginadas por la sociedad.
Todos ellos estudiantes de las diferentes carreras de la Universidad Centroamericana (UCA), componen el Voluntariado Social, organización que surge como una opción en pro de ayudar a los más necesitados y desposeídos de la sociedad.
En esta ocasión José Domingo Robleto, egresado de la carrera de Derecho de la UCA y miembro más destacado de esta organización por su encomiable labor, comparte con nuestros lectores, el trabajo de estos jóvenes como organización y su más emotiva experiencia en lugares donde pocos se atreven a visitar.
Aquí Entre Nos.- ¿Cuándo se inicia el voluntariado social?
José Domingo Robleto.- En 1995 se integró la primera generación de voluntarios, quienes motivados por los problemas que se estaban viviendo; el 6%, el desempleo, se vieron en la necesidad de expresar su ayuda, su buena voluntad y de querer trabajar desinteresadamente por los demás.
AEN.- ¿Cómo se hizo la convocatoria?
JDR.- En las cátedras abiertas los directores de cada una de las carreras convocaron a los primeros integrantes voluntarios y los presentaron ante la universidad a los alumnos nuevos en esas cátedras como una opción de trabajo por los demás, siempre movidos por los principios que nos da la UCA, por una integración cristiana, como decía “San Ignacio de Loyola”: “En todo amar y servir”, y nuestro lema es “Porque los demás nos interesan” y eso nos hace salir a las calles y trabajar en los proyectos.
AEN.- ¿Cuál es su principal objetivo?
JDR.- Creo que responder a la sociedad, porque estaban cuestionando a la juventud, ¿qué hacíamos nosotros?, que si se invertía dinero para la educación de nosotros, que la sociedad estaba muy desvalida, que había mucha pobreza, mucha hambre, entonces como no podíamos darle respuestas a todas estas interrogantes, tuvimos que tener una acción positiva, un impacto en la sociedad. Era el deseo de querer ayudar, de aportar a los semejantes, a los que están en una condición diferente.
AEN.- ¿Qué lugares han visitado?
JDR.- Hemos pasado por muchos proyectos, el Rolando Carazo, Remar Comedor, Penitenciarías, Hogar de Ancianos, etc.
AEN.- De los lugares que han visitado ¿cuál ha sido el de mayor impacto emocional para ustedes?
JDR.- Creo que las cárceles, porque te encontrás con una habitación muy pequeña, que está diseñada para albergar a 4 ó 5 reos y ves que hay 25, 30 ó 40 reos, en estado de hacinamiento increíble, con enfermedades, el ambiente hostil por las paredes pintadas, falta de higiene, la comida que les sirven. Imagínate llegar un día y que el director de la cárcel te diga que no podés entrar, porque hay un linchamiento de 600 ó 700 adolescentes que se están matando a puñaladas y ves salir a toda la gente ensangrentada y no podés sacarlos, porque si se meten los policías o la gente del Sistema Penitenciario los pueden matar también. Ver esto, es como que te estés ahogando en una habitación llena de agua y no podés salir, esas son cosas que marcan la vida, que te hacen reflexionar en cuanto a los problemas de la sociedad.
AEN.- ¿Cuántos alumnos integran actualmente el voluntariado social?
JDR.- Voluntarios activos 130, e inscritos 170 de todas las carreras.
AEN.-Tengo entendido que realizan una campaña navideña ¿en qué consiste?
JDR.- La campaña navideña es la culminación del trabajo voluntario en cada uno de los proyectos. Nosotros los voluntarios conseguimos casi mil padrinos para mil niños, reos, ancianos. Esas personas reciben un regalo de 130 córdobas, que es el precio que le pedimos a los padrinos, pero muchos de los regalos que piden en la tarjeta navideña ni siquiera llegan a un valor estimado de 50 córdobas. Nosotros celebramos la Navidad para crearles lazos emocionales, levantar su autoestima, decirles éstas son las costumbres de la sociedad.
AEN.- Cómo amigos ¿qué tal se llevan?
JDR.- Nuestra relación es mucho de compañerismo, hay mucha simpatía, buenas relaciones, una buena confianza y sobre todo mucho respeto, algo básico en este tipo de trabajo. Son relaciones muy humanas, que van dando un profesionalismo a los futuros egresados.