Tito Rondón [email protected]
¿Saben qué son 5-4, 4-2, 4-1, 7-6, 7-5 y 5-0? Las pizarras de todos los juegos del último fin de semana antes del descanso por la ida a Panamá. ¿Saben qué son 17-6, 15-2, 17-1 y 14-1? Los scores de algunos partidos recientes.
¿Por qué la diferencia? Indiscutiblemente, puede ser la casualidad. El azar juega un papel importante en un deporte de pulgadas.
Pero los colegas que trabajan en las distintas radioemisoras han dado a conocer que sospechan del ahora famoso “Baum bat”.
El bate, de fibra comprimida, viene en varios modelos, de los cuales unos se asemejan mucho a la madera, y otros al tristemente célebre bate de aluminio (¿no me creen con lo de tristemente célebre? Lean el último “Baseball America”, página 36).
Parece que los equipos, que a como ustedes saben, están atravesando una gran crisis económica, y que además siempre tienden a despilfarrar en jugadores inútiles y cortar gastos en necesidades como umpires, anotación, compilación y útiles de juego, decidieron que aprobarían el “Baum bat”, y se adelantaron a comprar varios, y se pusieron en uso aún antes de la aprobación oficial de la federación, Feniba.
La lista aprobada es la que usa la federación internacional IBAF.
Ahora bien, hay dos cosas que me molestan de esto.
Confío en que la IBAF aprobó únicamente los modelos similares a la madera, lo que la fábrica Baum llama el “AAA Pro”.
Si los italianos a cargo (Riccardo Fraccari y compañía) se equivocaron, la ya guerra abierta entre la Major League Baseball y la IBAF se va a volver atómica. Sin sobrevivientes (¿por qué la MLB le dijo a la federación de Estados Unidos que de ahora en adelante los profesionales únicamente jugarían en Juegos Olímpicos y clasificatorios para esos Juegos?).
Una excusa perfecta para dejar fuera a la IBAF sería que, por proteger a los lanzadores y a los jugadores de cuadro, no pueden dejar a los profesionales jugar en torneos con bates de más coeficiente de flexibilidad (que gobierna lo duro que salen los batazos) que la madera. Y tendrían razón.
La otra es que aunque la lista de la IBAF sea la correcta, aquí en Nicaragua los equipos se estén olímpicamente abanicando con ella, y estén usando bates parecidos al aluminio.
Lo que es más injusto, algunos equipos los estarían usando y otros no.
Otra cosa negativa es que los peloteros profesionales nuestros tienen que usar madera, que es lo utilizan en las ligas menores. Pero me imagino que uno, no tienen todavía suficiente dinero para comprar el número de bates que necesitan ya que la madera se quiebra a menudo, y dos, los managers los presionan para que usen el “Baum” y no estén en desventaja de poder (y de podridos) ante la competencia.
Seguiremos investigando, aunque me imagino que no será fácil…