Tito Rondón [email protected]
Hay que felicitar al San Fernando. Fue muy emocionante la forma en que le ganó la serie del fin de semana al Bóer, viniendo desde atrás (desde muy atrás, considerando que perdieron el primer partido ante los managuas por 17-6) dos veces en Masaya, una con dos jonrones, y ayer anotando tres veces en el cierre del noveno.
Es muy bonito cuando uno ve a chavalos con talento por fin empezarlo a demostrar en Primera División, como Francisco Hernández, el bateador más temido por los lanzadores en el Beis Especial de 1997 (que se llamó Segunda División), hoy día casi líder de bateo (por un turno).
Otro es Juan Diego Cubillo, cuya confianza en sí mismo aumentó a un nivel espectacular con el hit que le dio a Oswaldo Mairena el viernes. Cómo será que el sábado no lo pusieron en el line up, y al entrar por emergencia debido a la lesión del profesional Justo Rivas, le dio un doble sólido a Chico Rayo. Ayer, al saber que enfrentaría a un tirador (Santiago Henry) de gran velocidad pero sin control sobre la curva esperó un rectazo de 90 millas y lo devolvió en línea al jardín derecho para dejar tendido al Bóer.
A sus lágrimas de emoción se les deben haber unido las de su padre, devoto seguidor de su carrera.
Muy bien William Juárez, el joven lanzador lleva dos duras victorias en fila. Hay más, como Oscar Torres, Sandor Guido, Rommel Velásquez, Alvin Jácamo, Ernesto Salgado, Gonzalo López, Isaac Martínez, Melvin Bermúdez y varios más que están creciendo delante de nuestros ojos.
Pero volviendo a la serie Bóer-San Fernando, se ve claramente que el equipo de Masaya le debe su despertar a dos factores: que sus directivos consiguieron dinero y se pusieron al día en el pago de los peloteros, y que los directivos del Bóer sabotearon al conjunto capitalino.
Para ser más exactos, sus directivos dejaron al Bóer sin pitcheo.
Una de las cosas más entretenidas del fin de semana fue averiguar qué haría Omar Cisneros después que tanto Nelson Saldaña como Jairo Pineda pasaron a la lista de lesionados (baja por prescripción médica).
Las rotaciones en Nicaragua, con cinco juegos sencillos a la semana, constan de cuatro abridores. Quitás dos y solamente añadís uno, Lenín Picota, y ¡ay, mamita!.
Ahora dicen que van a botar a Luis Iglesias el viernes 22 (rumor escuchado en varias transmisiones radiales) para inscribir a Earl Agnoly (¿provocando de esa manera que se retire otra vez el León?). Y los pítcheres bien, gracias.
Así que Omar se quedó sin relevos, y tuvo que abrir el sábado con un lanzador falto de descanso, Francisco Rayo, y con un novato, Wilmer Mejía, aunque lo hizo muy bien, ayer. Pero terminó relevando con el shortstop…