- Consideran que este proyecto puede convertirse en una alternativa de producción
- Se sembrarán al menos 50 mil manzanas en la zona de León y Chinandega
Carol Munguía – [email protected]
CHINANDEGA.- La siembra de algodón orgánico (sin químicos), se está promoviendo en algunas fincas del occidente del país con el propósito de restaurar este cultivo, que en su momento llegó a ser uno de los más importantes para el país.
El Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), está impulsando la siembra de al menos 50 mil manzanas en la zona de León y Chinandega, en un período de cinco años.
Haroldo Baldizón es uno de los productores leoneses que está integrado a este proyecto sembrando en su finca “Holomega”, unas cuarenta manzanas del rubro sin aplicación de insecticidas.
Luis Osorio, director del INTA, quien visitara algunas de las fincas involucradas en el proyecto, dijo “esto podría ser una esperanza para el Occidente del país”.
La reinserción del algodón forma parte de la diversificación de los cultivos agrícolas y podría manejarse en rotación de cultivos para evitar la explosión de plagas que en el año 70 generó el que fuera el primer rubro de exportación de divisas para el país y que desapareció por considerarse no rentable.
“Racionalizar el uso de pesticidas y haciendo el cultivo más sostenible con el cambio del manejo del cultivo, estaríamos hablando de 50,000 manzanas”, dijo el titular del INTA.
Juan Alberto Blanco, gerente de la Asociación de Productores Ecológicos de Nicaragua que alberga en su seno unos 100 productores, expresó que entre cultivos orgánicos como la soya -en una extensión de 5,000 manzanas-, ajonjolí, plátano, tomate, maíz y algodón se están vendiendo con sobrepeso y es benéfico para los pequeños productores y para el consumidor mismo.
CREARON PROGRAMA DE REINSERCION ALGODONERA
Al frente del Programa de reinserción agrícola en Occidente se encuentra el doctor Iván Gallo, quien opina que existe un nuevo manejo del cultivo, que se basa específicamente en mayor población de plantas, donde se suprimen labores culturales como el raleo y se utilizan las frutas que están más próximas al tallo principal que llevan el mejor peso y la mayor calidad.
“Estamos hablando de cultivos de 110 días que son óptimos, porque al reducir el ciclo menos está sujeto a daños porque menos tiempo hay que cuidarlo en el plantío”, sostuvo el especialista.
El nuevo manejo garantiza el 50 por ciento de la inversión y no es que sea perjudicial al medio ambiente.
Gallo comentó que el manejo integrado del cultivo es un éxito. “Hubo problemas con la plaga del picudo pero se controló con cultivos trampas y hubo ataque de “alabama” pero se combatió con insectos benéficos y no hubo necesidad de aplicar un solo riego de pesticidas, que eso es un gran avance”, indicó.