La doctora María Delma Mejía, especialista gineco-obstetra, asegura que en el tratamiento para la pubertad precoz se debe tener en cuenta las circunstancias psicológicas de la niña así como su edad. El tratamiento para la pubertad precoz consiste en la administración de unas inyecciones mensuales que bloquean los receptores hipofisarios, cuya función es estimular la secreción de hormonas estimuladoras de la producción de estrógenos.
Al bloquearse estos receptores se frena la producción de dichas hormonas y por tanto la estimulación del ovario por las mismas, y se consigue como efecto final la supresión de estrógenos y con ello, el desarrollo puberal.
Hay que valorar si el tratamiento va a ser efectivo a la hora de mejorar la talla final (crecimiento definitivo) de la niña, porque el problema que se da en la pubertad precoz es que, al adelantarse la edad ósea, la talla final puede quedar comprometida.
En los últimos años se ha obtenido mayor información sobre el beneficio de este tratamiento y se ha observado que solamente en los casos en que aparece una pubertad en edades muy tempranas entre los 3, 5 ó 6 años es cuando el tratamiento es realmente efectivo en cuanto a la mejora de la talla final..