José Danilo Chá[email protected]
Se han esgrimido una serie de argumentos ilógicos e irrisorios, en León no hubo fraude por parte de ningún partido político; sí, es cierto que el PLC no tuvo la capacidad de presentar fiscales en todas las Juntas Directivas, a pesar de ser el partido en el poder y esto responde a los siguientes factores:
1.- A la prepotencia e ineptitud del líder político y secretario político de este departamento, Carlos Roberto Gurdián Debayle, quien ha formado a su alrededor un círculo de poder conformado de aduladores que son tan incompetentes e infuncionales como su jefe y quienes no dan cabida a personas o funcionarios honestos que realmente tienen la capacidad organizativa y moral de enarbolar el estandarte de la democracia y del liberalismo.
2.- El actuar de sus delegados de gobierno, que en la mayoría de los casos son ineptos y que también han creado sus minifeudos.
3.-El liberalismo pierde en León porque sus funcionarios nunca han trabajado en función de beneficiar al pueblo, ni a la ciudadanía; en lo mínimo les importa el Partido Liberal, ni entienden que el liberalismo es la única opción democrática para Nicaragua; ya que muchos de los funcionarios son oportunistas, otrora sandinistas y luego violetistas, ahora liberales y luego… lo que sea que venga.
Los funcionarios actuales de esta ciudad trabajan sólo en función de sus propios intereses y ante la vista y paciencia de todos, nuestro pueblo ha visto cómo personas desposeídas y sin mérito alguno se han enriquecido de la noche a la mañana con el simple hecho de pertenecer al grupo de aduladores de Gurdián y/o de Alemán. El único que pudiera poner orden a esta situación no lo hace porque carece de la autoridad moral para hacerlo, y es el Dr. Alemán, quien es incapaz siquiera de llamar la atención a Gurdián porque tiene miedo al rechazo de la aristocracia a la que nunca ha pertenecido, ni pertenecerá.
Realmente sólo nos queda decir Dios salve a León, Dios salve a Nicaragua.