- Informes indican que esta enfermedad ha incidido muy poco en el hato ganadero de Nicaragua
- Hasta el momento sólo se ha confirmado un solo caso en Chontales
Leslie Nicolás Lacayo [email protected]
Luego que apareciera por primera vez un brote de rabia bovina en Santo Tomás, Chontales, las autoridades del Mag–For se han dado a la tarea de capturar murciélagos y vacunar bovinos con lo que han logrado mantener bajo control la situación.
Hace una semana el Ministerio de Salud en este departamento habría establecido una alerta por la existencia de rabia bovina en la finca “Toro muerto”, ubicada en la comarca Las Mesas, jurisdicción de Santo Tomás.
Sin embargo, información vertida por el Ministerio Agropecuario y Forestal (Mag-For) señala que médicos veterinarios iniciaron ya las capturas de murciélagos vampiros.
Asimismo, han capacitado a productores de la zona para que éstos realicen la vacunación del ganado bovino.
Hasta la fecha sólo se ha confirmado un caso positivo de rabia bovina en la finca “Toro Muerto”.
La rabia bovina es una enfermedad que ha incidido muy poco en el hato ganadero de Nicaragua. Desde 1995 al 2000 se han detectado 132 casos, de los cuales solamente 22 han sido bovinos. Un total de 94 rutas son atendidas mediante el programa de Vigilancia Fitosanitaria que ejecuta el Mag-For.
Un caso similar al de Chontales se presentó en Boaco en noviembre del 2000 cuando un brote de rabia quiso atacar a la población bovina. En esta fecha se aplicaron unas 3,000 vacunas antirrábicas.
Por otro lado, a través de los monitoreos epidemiológicos a los bovinos se logró realizar en el año 2000, más de 12 mil 300 muestras de tuberculosis, brucelosis, leucosis y renotraqueítis infecciosa bovina. Todas ellas enfermedades que inciden en la producción ganadera. En esta fecha se logró atender a 3,527 fincas.
ATACAN AL GANADO Y A LAS PERSONAS
Tienen preferencia por las aves, cabros, ovejas, cerdos, bovinos, equinos y los humanos, por eso las autoridades fitosanitarias del país mantienen un control en la población de estos mamíferos.
Las últimas investigaciones han determinado que estas especies están distribuidas en América, desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Chile y Argentina. Viven en colonias y se refugian en árboles, huecos, grietas y cuevas ubicadas cerca de su fuente de alimento, es decir, cerca del ganado y las personas.
El Sistema Regional de Vigilancia Epidemiológica de la Rabia en las Américas informa que en 1997 hubo más de 16,000 casos de rabia animal, para todas las especies. Ubicándose el Istmo Centroamericano con el 19 por ciento, es decir, 700 casos entre bovinos, caprinos, equinos y porcinos.
ENFERMEDAD NO HA INCIDIDO EN EL HATO
Los pequeños brotes de rabia bovina que se han registrado en los últimos meses, uno en Boaco y otro en Chontales, no han ocasionado mayores daños a la ganadería nacional, según los informes del Mag-For. Ambos brotes han sido combatidos con vacunas antirrábicas con las que se ha mantenido fuera de peligro a la población bovina.
TRANSMITEN ENFERMEDADES CONTAGIOSAS
Las especies que se alimentan de sangre son transmisoras de enfermedades contagiosas como la tripanosomiasis equina y bovina, la encefalomielitis equina y la rabia paralítica.
– Los murciélagos son los únicos mamíferos voladores y representan un 25 por ciento de todas las especies de mamíferos. Pertenecen al orden Chiroptera con más de 200 familias. En la actualidad existen tres tipos de especies que se alimentan de sangre, estos son el Desmodus Youngi, la Diphylla Ecaudata, y el Desmodus Rotundos. El resto sólo comen frutas, polen, hojas, lagartijas y ranas.
– Los murciélagos vampiros circulan sólo por la noche. Se caracterizan por no tener cola, sus incisivos no son desarrollados. Cuando se alimentan hacen pequeñas heridas en la piel de la víctima para chupar la sangre que fluye libremente por varias horas por la sustancia anticoagulante que dejan con la saliva.
– Por sus costumbres nocturnas se recomienda que su captura se realice en los días de cuarto menguante y luna nueva, porque son noches oscuras y se pueden atrapar con las redes. A través de este control se escogen los murciélagos vampiros y se les unta en la espalda la pomada anticoagulante para que cuando regresen a sus guaridas contaminen al resto y mueran.