- Sollozos por
asesinato de
presidente
Susanna Loof (AP)
KINSHASA, CONGO.- La dilapidada capital del Congo recibió los restos de su asesinado presidente Laurent Kabila, cuatro años después que Kabila entrara triunfalmente a la ciudad junto con su grupo rebelde tras derrocar al dictador Mobutu Sese Seko.
Su hijo, el recientemente nombrado líder José Kabila, rodeado por soldados del Congo y de su aliada militar Angla, lloró cuando el féretro de su padre fue trasladado del avión presidencial a un camión.
Joseph, quien cambió su uniforme militar por traje de civil, caminó tras el féretro entre dos filas de oficiales que sollozaban.
Un oficial encabezaba la procesión con un gran retrato del presidente asesinado.
El féretro llegó a Kinshasa alrededor del mediodía (1130 GMT) procedente de a ciudad natal de Laurente Kabila, Lumbumbashi, 1,000 kilómetros al sudeste de la capital.
Alguna gente se aglomeró en la vía principal que conduce del aeropuerto a la ciudad, aunque pocos mostraron emoción, para ver el vehículo que llevaba los restos de Kabila.
La televisora estatal transmitió en vivo la procesión, y un locutor dijo “Toda Kinshasa llora por Laurent Desire Kabila”.
Luego de tomar el poder al frente de un grupo rebelde en mayo de 1997, Kabila fue recibido como héroe en Kinshasa. Pero pronto surgió el resentimiento por denuncias de corrupción que suscitaron comparaciones con el gobierno corrupto de Mobutu, el dictador que duró 30 años en el poder y que Kabila derrocó.
Las autoridades congoleñas no parecían dispuestas a arriesgarse a que la impopularidad de Kabila afectara la ceremonia de hoy.
Una gran presencia militar se desplegó fuera del Palacio del Pueblo, donde tendría lugar el servicio fúnebre.
En intersecciones de avenida los soldados confiscaron violentamente collares y aretes a algunas mujeres, señalando que las joyas muestran falta de respeto durante el período de luto, que se extenderá durante 30 días, según testigos que hablaron a condición de permanecer en el anonimato.
La autoridades locales ordenaron a los tenderos del mercado de Simba Zikida, en el sureste de Kinshasa, que asistieran a la ceremonia.