He reiterado en mis escritos que el INSS redujo arbitrariamente el monto de mi Pensión de Vejez de C$7,360.84 a C$1,907.97, lo que motivó reclamos por la vía administrativa y a través de los medios de comunicación social.
El día 24 de abril de 1998 asistí a una reunión invitado por el INSS, la que presidió el Licenciado Martín Aguado Argüello acompañado de 5 funcionarios del más alto nivel.
Expuse en la reunión el legítimo derecho a mi pensión vitalicia por C$7,360.84 y presenté resolución de pensión No. 31895, así como certificado del Banco Central de Nicaragua que comprueba el equivalente de US$736.08.
Al final de la reunión aceptaron mis razones y la validez de los documentos y el licenciado Martín Aguado Argüello, presidente ejecutivo del INSS, prometió solucionar mi reclamo favorablemente. Sin embargo, la promesa fue incumplida y en cambio el mes siguiente recibí la cantidad de C$663.64 en concepto de “reconocimiento por haber trabajado 14 años para el INSS”.
Es decir, el despojo infame mensual de C$5,452.87 el INSS lo compensó con un promedio o reconocimiento de C$663.64 obligándome a seguir conviviendo con la miseria, en vez de respetar lo establecido por la Ley de Seguridad Social.
Jamás imaginé que la tragedia sufrida en mi vejez junto a mi esposa, sería propiciada por la institución destinada a garantizar seguridad y felicidad a los trabajadores, misma a la que serví durante 14 años a partir del 6 de febrero de 1956.
Los funcionarios públicos, según su escala de valores, honran o prostituyen a las instituciones del Estado.
Fernando A. Malespín Ferreti.
Jubilado No. 24.