Como nicaragüense que ha visto muchas elecciones en 58 años de vida, he observado cómo muchos candidatos se han convertido en Presidente de la República. Pero, después de las elecciones siempre me hago la misma pregunta ¿Qué ha pasado?.
La respuesta sigue siendo igual. Los votantes terminamos defraudados porque nuestros elegidos han resultado inútiles en resolver los problemas del pueblo de Nicaragua, de esta patria que cada vez está más gastada por los políticos que les ha valido poco sacar adelante a nuestro país.
El siglo acaba de finalizar al igual que las elecciones municipales, y lo que más me preocupa es que vienen los comicios presidenciales y tal como las contiendas del año pasado, los candidatos no ofrecen ni se preocupan por ofrecer nada nuevo. Al contrario, ni siquiera nos dicen cuál es su programa de gobierno, su propuesta para resolver los problemas de Nicaragua.
Peor aún, cuando las elecciones sólo van a incluir, prácticamente, a las dos únicas “familias”: la liberal y la sandinista, amarrados y pactados bajo un mismo interés; repartirse el poder, sin importar a quiénes afectan en su afán por repartirse lo que ni siquiera les pertenece.
Creo que debemos tener mucho cuidado a la hora de depositar nuestro voto, pensarlo bien, si es que votamos. Pedirle a Dios que nos ilumine y los ilumine, que nos ayude para que la decisión que vamos a tomar sea la más correcta, para no sufrir otra traición más de las que ya hemos sufrido.
Nosotros los obreros que cada día luchamos para sobrevivir, tenemos que saber que sin obras no hay obrero y si éste no trabaja, no tiene alimento, no tiene para el estudio de sus hijos, medicinas y demás. Pero a los políticos no les importa nada de esto y eso es lo que no debemos olvidar y tener mucho cuidado cuando vayamos a votar.
Ojalá, que esta vez todo sea distinto. Para que el pobre no siga siendo el que sufre todo, con hambre, y sin trabajo, enfermo y sin medicinas, descalzo, roto, sin techo, maltratado. Cada día más viejo y sin esperanza de nada, ya no más engaños, ya no más embudo que apriete a los de abajo.
Pensemos en el obrero, piensen en los pobres.
César Augusto Jarquín Rivera
Villa Pedro Joaquín Chamorro
Managua. Teléfono 2498722