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¡Arriésgate! Toma la iniciativa

María José estaba por cumplir sus 14 años cuando empezó a brotar en ella la “cosquillita del amor”. Sus hormonas comenzaron a agitarse cuando conoció, a través de un amigo, a un chico de 17 años. Su impresión fue tal en aquel entonces que decidió montar toda una estrategia para conquistarlo. “Desde que lo vi […]

María José estaba por cumplir sus 14 años cuando empezó a brotar en ella la “cosquillita del amor”. Sus hormonas comenzaron a agitarse cuando conoció, a través de un amigo, a un chico de 17 años. Su impresión fue tal en aquel entonces que decidió montar toda una estrategia para conquistarlo.

“Desde que lo vi me fascinó. No me fui directamente a él, si no por medio de un amigo por el que conseguí su nombre, teléfono y también le pedí que lo llevara a mi casa y así fue… Me fue gustando más y me enamoré”

“Al inicio ni me determinaba”. Sin embargo esta reacción no la hizo desistir de su propósito. “Pasaron dos semanas y media hasta que tomé la iniciativa y me dije: me le voy a declarar, pero si lo hago puede pensar mal de mí, decir ¡uy! que chavala más buscona, pensé; pero no importa –decía al mismo tiempo– si me gusta me lanzo. Si él me dice que no, nunca lo volveré a hacer”.

Y así fue como María José se armó de valor para expresarle su amor. “¿Quiero saber si te gusta alguien de la cuadra y tenés novia?, le pregunté. Cuando su repuesta fue una NEGATIVA y me dijo que le simpatizaba, fui directamente al grano”.

“Me gustas muchísimo y quisiera saber si quieres ser mi novio, le dije. El se asustó, pero me dijo que sí”, agregó.

María José no sabe si su respuesta la dijo por pena o por andar molestando, pero ella logró un sí y desde ahí comenzó su noviazgo. “La primera semana él me dijo que sólo le simpatizaba que no estaba enamorado de mí, pero con el tiempo se enamoró y dilatamos dos años y medio”, dijo.

“Creo que quien no se arriesga no gana y nunca tendrá respuesta, nosotras mismas hemos creado esa timidez. ¿Por qué la mujer no se le puede declarar al hombre?. El hombre y la mujer son 50 y 50”, concluye sonriente María José, 17 estudiante de Derecho en la UCA.

Chicas con la iniciativa

Y como este caso hay muchos, donde las jóvenes toman la iniciativa en la relación, sin importar el qué dirán. El objetivo es estar con esa persona que está en tu mente todo el día y que por las noches te quita el sueño.

“Tenemos los mismos derechos, no hay problema en que te le declares a un hombre. Es cierto que hay prejuicios, que si te le declarás te califican mal, que sos fácil, dejada, pero lo importante es saber si le gustas a un muchacho, y si él es tímido no importa que vos tomés la iniciativa”, opina Rafaela Cuadra, 18, estudiante de Comunicación de la UCA.

Rafaela es una de esas muchachas que les gusta dar su ayudadita a los chicos tímidos, y nos cuenta que en una ocasión le declaró su amor a su mejor amigo y jalaron por cuatro meses. “Era mi mejor amigo y es menor que yo, teníamos mucho tiempo de conocernos, sabía que le gustaba y que era timidísimo y le ayudé”, cuenta.

“Creo que es más fácil detectar en un hombre si está o no enamorado, porque nosotras hoy damos una señal y mañana damos otra, en ese sentido creo que es más fácil a veces para nosotras declararnos porque ellos son tímidos”, agregó.

A veces el amor permanece por años y las parejas, sin ser precisamente novios, se encargan de mantener esa llama viva y cultivan el amor de mil maneras: una mirada, una mensaje con el mejor amigo, una llamada telefónica, un peluche, una rosa, un poema… Y uno de los dos espera a su media naranja hasta que ésta se decida a dar el sí, o desea escuchar la tan anhelada pregunta: ¿Jalamos?, ¿quieres ser mi novia (o)?

Tal vez esa media naranja quiere tener la edad “idónea” para obtener la autorización de los padres, el llegar a la universidad, tener la madurez necesaria… y hay muchos factores que hacen que esta espera sea por años.

Dos ejemplos

Albert y Ana Judith son amigos desde tercer año de la secundaria, y él está enamorado de ella desde cuatro. Actualmente están en 3er año de universidad y no fue hasta hace cinco meses atrás que tomaron la decisión de ser pareja. “Siempre viajábamos juntos desde Diriamba, y como que había una química pero ninguno se decidía”, cuenta Judith. “Y un día yo ¡¡¡zaz!!! le di un beso así de ramplón. Aunque estaba confundida, no sabía qué era lo que exactamente había ahí, después de eso él me regaló un poema muy lindo”, contó.

“No tomé el beso como una declaración, pero sí supe que me aceptaría”, añade Albert. Y así fue como él se armó de valor y se le declaró.

El admite ser celoso, pero los secretos para mantenerse enamorados todo este tiempo es básicamente la comunicación y sinceridad. “Nos decimos las cosas aunque nos duelan”, concluye Judith.

Otro caso es el de Yara Castillo (20), quien conocía a su actual pareja desde que eran pequeños. “Nos conocemos desde chiquitos, vivimos en la misma colonia, siempre fuimos amigos. Pasamos un año antes de decidirnos a andar, teníamos 17 años”, nos cuenta.

“Temores para declarármele no tenía, pero sí era difícil porque éramos amigos”, agrega Jaime Baldizón (19), el novio de Yara desde hace tres años y seis meses.

Los pilares que han mantenido a esta pareja junta son la amistad, comunicación y el amor sobre todo. “Yo le di su ayudadita, un día le pregunte: ¿qué quieres que hagamos de nosotros? Con esa iniciativa de mi parte, él se me declaró”, agrega Yara.

“Siempre es el hombre quien tiene que decirle a la mujer, es cuestión de cultura, me le declaré porque lo sentía, y porque sabía que ella me iba a aceptar”, explica Jaime.

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