La historia política de Nicaragua hasta el último Somoza en el siglo pasado, nos revela que una vez que conseguía el poder uno de los dos partidos tradicionales, el partido ganador, por costumbre, pactaba con la cúpula del perdedor a cambio de alguna participación en el gabinete para que aquél gobernara con relativa tranquilidad pero eso fue, repito, en tiempos de conservadores y liberales. Hoy por hoy la cosa es distinta porque antes esos pactos no eran por ideología de izquierda ni de derecha ya que todos se consideraban demócratas. Ahora no, la lucha por el poder será derecha versus izquierda. De tal manera que si triunfa la izquierda lo probable es que regresemos a los años de 1979 a 1990, época de recuerdos de escasez, racionamiento, servicio militar, exilio, CDS, división familiar, cárcel, condenas, confiscaciones, etc. si gana la derecha es posible que sigamos con la incipiente democracia que se conquistó en 1990. Pero habrá que tener mucho cuidado con los oportunistas y corruptos a los cuales deberán eliminarse porque lo que necesita nuestro país son personas honradas, eficientes, trabajadoras y transparentes que hagan prosperar nuestra tierra que es de una fertilidad inagotable. De todos nosotros, nicaragüenses, depende que escojamos al gobernante que nos conviene.
José F. García D.