¿Es mucho pedirle al General Joaquín Cuadra Lacayo (alias “Simón”) que explique su participación en las graves acusaciones que le hace el poeta Mario Cajina Vega en su reclamo ad-perpetuam “Tareas del Tiempo”, relacionado con el saqueo y la rapiña de las cajas de seguridad de la sucursal del Banco Nicaragüense de Masaya, en julio de 1979?
Los detalles de la acusación están ampliamente relatados y documentados en el testimonio de don Mario, y en el de muchos otros ciudadanos de Masaya propietarios de las cajas de seguridad que se vieron despojados de los ahorros de toda su vida.
Antes de que el General Cuadra (“Simón) nos siga pontificando con sus escritos y sus discursos de cómo debemos comportarnos correctamente los ciudadanos, y de cuáles son los valores éticos y morales a los que debemos adherirnos… el General Cuadra debe explicar públicamente su versión de los hechos.
La sociedad debe brindarle al General Cuadra una oportunidad de exponer su punto de vista antes de juzgarlo, el derecho a la defensa es uno de los derechos humanos fundamentales. Aunque el General Cuadra no le brindó ese derecho a la ciudadanía cuando estuvo en las alturas del poder y en la cumbre del Ejército Popular Sandinista (EPS), la sociedad sí debe de brindárselo a él en este su momento crítico. Esa es la ley de una sociedad de derechos en la que (para bien o para mal) también tengan que estar incluidos personas como “Simón”.
Pero también la sociedad debe exigirle al General Cuadra una explicación de sus acciones. No se puede callar, no se debe callar. Si calla, la sociedad se convierte en cómplice de las malas acciones atribuidas a “Simón”.
General Cuadra, ¿es mucho pedirle su explicación de los hechos de Masaya?
Usted tiene la palabra, la sociedad le escucha.
Federico Kühn.