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Enrique Bermúdez (3-80) conversa animadamente con José Benito Bravo, “Comandante Mack”, en un campamento de Honduras en 1983. Un año después, el 10 de febrero de 1984, “Mack” pidió la cabeza de “3-80”, acusándolo de inoperante, de malos manejos financieros y de factor de discordia.

Comandante 3-80 murió divorciado de la Contra

Rubén, primer jefe campesino de Bermúdez en la Contra, recuerda las conspiraciones internas contra “3-80” y cómo éste se divorció de la Comandancia de la Contra José Adán Silva [email protected] Tercera entrega.- El 23 de diciembre de 1985 fue una fecha especial para Oscar Sobalvarro (Comandante Rubén), el primer jefe contra campesino reclutado por Enrique […]

  • Rubén, primer jefe campesino de Bermúdez en la Contra, recuerda las conspiraciones internas contra “3-80” y cómo éste se divorció de la Comandancia de la Contra

José Adán Silva [email protected]

Tercera entrega.- El 23 de diciembre de 1985 fue una fecha especial para Oscar Sobalvarro (Comandante Rubén), el primer jefe contra campesino reclutado por Enrique Bermúdez. En el campamento “Ariel”, en Honduras, compartía con sus tropas del Comando Regional “Salvador Pérez” una pequeña y modesta fiesta de cumpleaños. Entre raciones frías y tragos de licor, sus hombres celebraban el onomástico de su jefe.

“Rubén” estaba angustiado por la suerte de su padre y sus hermanos que, a esas horas, podrían estar muertos por combates contra tropas del Ejército Popular Sandinista. Ese día, sin que él lo esperara, se sumó a la celebración el Comandante “3-80”.

Este lo saludó, le dio las felicitaciones y le instó a brindar. Dos horas después el inesperado visitante se marchó. “Rubén” jamás volvería a compartir una fiesta de cumpleaños con “3-80”, y nunca olvidaría la mirada nostálgica que se llevó Bermúdez cuando abandonó la celebración.

Esa mirada, la reconocería “Rubén” años después, en diciembre de 1989, cuando Bermúdez reunió a la Comandancia General de la Contra en la base militar de Yamales para decirles que por órdenes del Departamento de Estado abandonaría la jefatura de la Contra. Esa noche, los regañó duramente, y al final les deseó “suerte en su desmovilización”.

“Iba serio, parecía triste o molesto ese día. Yo sé que cuando a él lo matan, él estaba resentido con todos. El comandante murió resentido con la Contra”, recuerda “Rubén”. Años más tarde, diversos testimonios y documentos secretos confirmarían la tesis de “Rubén”, con la diferencia de que el divorcio entre Bermúdez y la Contra, inició desde el principio del conflicto.

Lo conoció en marzo de 1981, cuando salió para Honduras a buscar apoyo para la recién formada Milicia Popular Antisandinista (MILPAS). Bermúdez llegó donde ellos (unos 40 campesinos) y les ofreció una ayuda económica de 1,800 dólares para que se alimentaran. Dos semanas después regresó para pedirles que se integraran a la Legión 15 de Septiembre.

“Era un hombre accesible, respetuoso, pero de carácter firme”, dice Sobalvarro, quien afirma haberse opuesto a participar en conspiraciones contra Bermúdez, cuando algunos jefes contra se le sublevaron a Bermúdez en un par de ocasiones: en 1983 y 1988.

“Se dieron situaciones de conspiración contra Bermúdez. Las primeras las encabezaron “Aureliano” y “Tigrillo”, quienes llegaron a proponerme que conspiráramos contra el Comandante “3-80”. Yo no acepté. Les dije que no me prestaría al juego. Después el comandante me preguntó y yo le confirmé que había gente conspirando en su contra. El me lo agradeció”, recuerda “Rubén”.

La segunda vez en que “Rubén” ratificó su apoyo a Bermúdez fue en 1988. En ese entonces los comandantes Walter Calderón (Toño), Diógenes Hernández (Fernando), Tirso Moreno (Rigoberto) y Encarnación Valdivia (Tigrillo), encabezaron un movimiento de insubordinación armada contra Bermúdez.

“Yo acababa de salir de Nicaragua, herido por una mina, y ellos llegaron a pedirme a la clínica apoyo para la conspiración. Nuevamente me negué, pero ya el comandante Bermúdez andaba desconfiado de todos, y creo que nunca supo que yo me negué a traicionar su mando. Ya él andaba resentido, sobre todo porque las tropas de estos comandantes se insubordinaron y armaron un escándalo, dispararon y exigían la renuncia del Comandante ´3-80´”, relata Rubén.

Los comandantes insubordinados, que alegaban que Bermúdez estaba conduciendo mal la guerra, fueron capturados por las autoridades hondureñas y deportados a Miami, donde fueron duramente regañados por agentes de la CIA y separados de los cargos militares en la Contra.

Rubén recuerda que después de ese incidente, Bermúdez ya nunca volvió a ser igual con sus compañeros de armas y murió divorciado de toda la comandancia de la Resistencia Nicaragüense.

A pesar que “Rubén” reconoce que siempre hubo comandantes contras que quisieron darle golpe de estado, no cree de ninguna manera que la muerte de “3-80” haya venido de ex miembros de la Resistencia.

“De haber sido así, lo hubieran matado en Honduras”, argumenta. Su hipótesis es que a Bermúdez lo mató el Ejército Sandinista con el respaldo de las estructuras policiales.

“Tenga por seguro que si a Bermúdez lo hubiera matado un contra, la Policía lo encuentra y lo exhibe para demostrar su capacidad. Pero todas las pistas dan a entender que alguien muy poderoso lo mandó a matar”.

COMANDANTES EN REBELDIA

Según el testimonio de Oscar Sobalvarro, Enrique Bermúdez enfrentó al menos dos rebeliones de comandantes contras, durante su jefatura: una en 1983 y otra en 1988. En 1985, Efrén Mondragón, el comandante “Moisés”, desertó de las filas del FDN y en el testimonio que conoció el comité de investigación del Congreso de Estados Unidos se mencionaba esta lista de comandantes con problemas con Bermúdez:

– “El comandante Gerardo Martínez (El Chaco). Cuando surgió el problema interno, él se fue para Guatemala, pero Inmigración de ese país, lo envió a Honduras. Actualmente (1985), tiene problemas con el ´3-80´”.

– “El comandante “Renato”. Ex teniente (GN) Ruiz. Me dijo que él iba a salir si ellos le daban una visa. El es el comandante de la Fuerza de Tarea Kirkpatrick que opera en Matagalpa y Chontales. El tiene problemas con la Dirección Política y el “3-80”, y en muchas ocasiones, quiso salir del país, pero no ha sido capaz debido a que las autoridades hondureñas no le dan salida”.

– “El comandante José Benito Bravo (Mack). Cuando sucedió el problema interno, él iba a salir, pero las autoridades hondureñas no lo dejaron. Es comandante de un Comando Regional Nicaragüense. Estaba involucrado en el asesinato de los comandantes “Suicida”, “Ebacu”, y “Cara de Malo” en una de las bases operacionales y actualmente se ha convertido en un gran asesino y un hombre de confianza del 3-80”.

– “El comandante “Atila”. Antiguo 2do. Teniente de la GN. El tiene también problemas con la Dirección Política”.

– “El comandante “Gorrión”. Antiguo 2do. Teniente de la GN. Ha sido amigo mío. Estuvimos juntos en Argentina”.

– “El comandante “Primitivo”. Antiguo 2do. Teniente de la GN. El también tiene problemas con la Dirección Política”.

– “Hugo Villagra. Antiguo Capitán de la GN conocido como “Visage” (“Cara”). Ex miembro del Personal Militar de la FDN. Debido a los problemas con “3-80”, él salió para los EE.UU.”.

– El ex teniente de la Guardia Nacional, Ortiz. Conocido como “El 33”. Estaba a cargo de la Radio 15 de Septiembre. Se fue a EE.UU. debido a los problemas con “3-80”.

También con este artículo:

Pugnas internas en la Contra.

“3-80” se oponía a desmovilización.

Mike Lima: “Siempre quisieron matarlo”.  

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