En relación con carta publicada en esta sección el día jueves 15 de febrero, bajo el título “Pelusa de los cañales”, al hacer alusión directa a mi cargo y empresa, me siento obligado a aclarar lo siguiente:
1. El remitente de dicha carta confunde mi nombre con el de otra persona natural que no tiene ninguna relación ni con mi cargo ni mucho menos con las responsabilidades que le señala.
2. En efecto, como gerente de la División de Campo del Ingenio Agroinsa di declaraciones al Diario LA PRENSA con relación al delicado tema de la ceniza de caña a petición de uno de sus reporteros. Mis declaraciones expresan mi preocupación al ser este un problema estructural de la industria azucarera nacional y mundial. El problema de la ceniza de caña afecta a todos los países productores de azúcar al igual que lo hacen muchos otros efectos no deseados de la agricultura tradicional.
3. Si al señor remitente de la carta en cuestión, quien dice ser agrónomo, en realidad le motiva la problemática del medio ambiente –y no la política como se puede inferir de su carta– estoy seguro que tanto a Marena como a la industria azucarera nacional, y a la ciudadanía en general, nos interesaría escuchar su aporte novedoso y factible, técnica y financieramente, para resolver este efecto no deseado de la industria azucarera nacional. No sabemos, quizás hasta podrían interesarse nuestros amigos productores centroamericanos y suramericanos. Pero antes le sugiero al señor agrónomo que se informe bien no solamente con relación a quienes alude, y por qué los alude, sino –más aún– que se informe en relación con el cultivo de la caña de azúcar y su problemática para por lo menos tener el consuelo de no estar perdiendo mi tiempo discutiendo con alguien que nunca ha presenciado un proceso productivo complejo y difícil y cuyo título sólo le sirve para colgarlo en la pared de su casa.
Ricardo Coronel Pichardo,
Gerente División Agrícola (Agroinsa).