- Frecuentes réplicas sísmicas causan inquietud y angustia entre la población
- Ciudadanos aún no se reponen de los dos terremotos grandes con menos de un mes de diferencia
ACAN-EFE
SAN SALVADOR.- Los dos recientes terremotos en El Salvador y sus constantes réplicas, 18 de ellas muy fuertes ocurridas el sábado, con epicentro en San Salvador, mantienen en vilo a la población sobre todo en las zonas más afectadas.
Desde el pasado 13 de enero, cuando ocurrió el primer terremoto de 7,6 grados en la escala abierta de Richter, la naturaleza no ha dado tregua a los salvadoreños que, en su mayoría, sufren de estrés y ansiedad por el constante nerviosismo que les provocan los temblores.
Un estado permanente de inquietud, intranquilidad y angustia reina entre los damnificados de los dos terremotos, que suman ya millón y medio de personas, tanto los que sobreviven en albergues instalados por el Gobierno como los que pernoctan a la intemperie en áreas cercanas a sus destruidas viviendas.
Los últimos seísmos que sacudieron el territorio salvadoreño han sido réplicas del terremoto del pasado 13 de enero, que tuvo origen tectónico y no tiene asociación con actividad volcánica, informó el domingo, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El ministerio dice, en un comunicado, que el temblor ocurrido el sábado, a las 14.25 hora local tuvo una magnitud de 5.1 grados en la escala abierta de Richter, con epicentro en el sur de San Salvador, el cual fue seguido de réplicas que “se interpretan como una actividad inducida o relacionada con el seísmo del pasado 13 de enero”. No se reportó víctimas, según las autoridades, aunque algunos reportes de prensa afirmaban que si murió un persona.
El Centro de Investigaciones Geotécnicas informó que después de ese seísmo y hasta ayer a las 05.00 hora local se habían registrado 18 temblores localizados en el sur del área metropolitana de San Salvador, el último a las 21.40 hora local el sábado que tuvo una magnitud de 3.4 grados en la escala de Richter.
PRIMER TERREMOTO ACTIVA FALLAS
El Ministerio del Medio Ambiente explica que el terremoto del 13 de enero ha activado el sistema de fallas locales ubicadas en todo el país y los seísmos se caracterizan por una baja profundidad focal, entre 3.5 y 9 kilómetros, y con una magnitud de 2 a 4 grados Richter.