- Los dos terremotos que han ocurrido a la fecha, quebraron las ya frágiles montañas salvadoreñas
- Santa Tecla, a un paso de la capital, es una de las ciudades más golpeadas
Marcos Alemán (AP)
SAN SALVADOR.- Dos demoledores terremotos y las miles de réplicas han quebrado por completo a este pequeño país, que ahora vive bajo el temor de nuevas tragedias con el anuncio de la llegada anticipada de las lluvias.
Los dos terremotos que se han producido a la fecha, quebraron las ya frágiles montañas salvadoreñas y arrasaron con pequeños pueblos y caseríos, llevando al país a la miseria.
Cuando todo parece volver a la normalidad, las nuevas réplicas, arriba de los 5 grados de magnitud, han estremecido nuevamente al país y provocado pánico en los 6,2 millones de salvadoreños.
Sin embargo, la angustia no termina ahí: el gobierno anunció que ha identificado 265 lugares en todo el país, en donde hay peligro de derrumbes y deslaves, principalmente cuando llegue el desde ya “temido” invierno.
El geólogo Scott Baxter, que trabaja para el Ministerio de Obras Públicas, reconoció que “todo el terreno está flojo” y señaló que les preocupa que con la llegada de las lluvias, a finales de abril o principios de mayo, “estos terrenos inestables se carguen de humedad, aumentando el peso y se produzcan deslizamientos”.
Un estudio elaborado por el Comité de Emergencia Nacional (COEN) sostiene que el peligro es latente para las personas que residen en comunidades más afectadas por los sismos.
Las de mayor riesgo están localizadas en los lugares donde los terremotos causaron derrumbes y agrietaron las montañas y cerros: en los departamentos Cuscatlán, San Vicente, La Paz, Usulután y en La Libertad.
Santa Tecla, cabecera departamental de La Libertad, prácticamente a un paso de la capital, es una de las ciudades más golpeadas.
Sólo en el barrio Las Colinas, con residencias para la clase media, un deslave de la cordillera del Bálsamo sepultó casi 300 casas y dejó más de 467 muertos registrados y más de 200 desaparecidos.
En un intento de evitar nuevas tragedias, el gobierno mandó a efectivos del Ejército, dirigidos por técnicos nacionales, a sellar las grietas dejadas por el terremoto en la cordillera del Bálsamo.
Pero expertos extranjeros que realizan estudios de la cordillera, han dicho que está fracturada y advirtieron que podrían presentarse nuevos derrumbes.
El gobierno central, para prevenir nuevas tragedias, pondrá en marcha el “plan rescate invernal”, que busca medir y localizar zonas de riesgo, preparar la evacuación de esas zonas y construir albergues.