César Augusto Mora Castillo [email protected]
Sobre el artículo “nuevo liderazgo” (LA PRENSA, martes 20 de febrero) quiero agregar que uno de los errores que más cometen nuestros políticos es que siguen intentando mezclar cosas que no se deberían revolver, cuando se trata de buscar soluciones a los problemas socioeconómicos de nuestro país.
En este caso sería el temor a Dios. Pienso que no se debería de jugar con los sentimientos religiosos de nuestro pueblo.
El temor o no temor a Dios no hace y no ha hecho a ningún político a nivel mundial, mejor ni peor.
Creo que sería más importante apegarse a la realidad de nuestro país para comprenderla y ayudar a cambiarla, antes de estar buscando apoyo divino.
Está claro que para un creyente, sea de la religión que fuere, esto le ayudaría, pero cuando se trata de manejar un país, creo que las cosas son diferentes.
Los altos ideales está claro que pueden ser individuales, regionales, nacionales o comunales y se deben de respetar sean cuales fueren.
Pero los altos ideales de una sociedad no deben de ser religiosos o políticos; tenemos de ejemplos, Afganistán e Iraq.
Por lo demás, el artículo resulta muy interesante.