Dr. Emilio Montes FloresCirujano GeneralCod Minsa [email protected]
En estos días se ha fijado un aumento en el salario mínimo de los trabajadores públicos y privados, con la participación de los sectores involucrados. Personalmente creo que tenemos la suficiente inteligencia para comprender la calamitosa situación de la economía del país y lo difícil que resulta un aumento masivo del salario, aún más las consecuencias económicas que esto acarrearía.
Pero el sector trabajador atraviesa una de las peores crisis adquisitivas, los actuales sueldos son de hambre y la modalidad de comida por trabajo que reciben algunos trabajadores, es lo que hiere la sensibilidad humana de la que habló uno de los representantes del sector empleador en un programa televisivo.
Y hay que reconocer que las cosas han mejorado en el sector privado, no existe duda, por lo menos para empleados calificados, que los sueldos que paga la empresa privada son mejores que los que paga el sector estatal.
Donde el problema de los bajos salarios ha permanecido estático y es un verdadero dolor de cabeza en el sector estatal los sueldos de los empleados menores, digan lo que digan son de hambre y hieren la sensibilidad del empleado. La sensibilidad humana se hiere cuando se comparan los mega-salarios y demás prestaciones de algunos de los funcionarios públicos de alto rango. Se hiere cuando, a como decía el Dr. Navarro (en sus reflexiones de candidato perdedor), hay actuaciones gubernamentales percibidas por la población como no adecuadas, en otras palabras el ambiente pútrido de la corrupción. ¿Cómo comprender que tenemos los actuales sueldos de hambre porque somos el País más pobre de la faz de la tierra, mientras nuestros gobernantes se recetan gran parte del presupuesto nacional en Salarios Dignos?. Y de paso, las reflexiones que sobre su sueldo publicó el presidente del Banco Central, en este país paupérrimo, en bancarrota, económicamente desangrado, donde la gran mayoría de sus habitantes no tiene ni si quiera condiciones mínimas de vida y más aún, cuando se autodenominan Servidores Públicos no tienen validez ética ni moral.
Moralidad, transparencia, austeridad del aparato estatal, terminar con la mentalidad estado botín de los políticos, castigo a los funcionarios corruptos, institucionalidad, administrar la pobreza pero con juicio y equidad son sólo algunas de las medidas que nos ayudarían a comprender la realidad y resistir mientras existan mejores condiciones económicas, que nos permitan alcanzar niveles de vida por lo menos dignos, y que desde luego por nuestra condición de seres humanos nos merecemos.