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Para dar respuesta al bajo consumo de alimentos ricos en elementos nutritivos (vitaminas y minerales), en los hogares de escasos recursos económicos y como una forma sencilla, limpia y económica de producir plantas de rápido crecimiento, ha surgido con gran repunte la hidroponía popular utilizando reducidos espacios urbanos no apropiados para la agricultura convencional.
Los cultivos hidropónicos o cultivos sin suelos, es una técnica de cultivo artificial en la que el suelo es sustituido por un sustrato inorgánico químicamente inerte, en donde los elementos químicos que la planta requiere para su crecimiento y desarrollo son suministrados a través de una solución nutritiva equilibrada.
CRECEN EN EL AGUA
Isabel Chavarría, docente investigadora del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad Nacional Agraria, explica que “la hidroponía popular no es nada del otro mundo, pues se trata de plantas (de preferencia verduras) que se alimentan y crecen en agua”.
En lugares como República Dominicana y Venezuela esta técnica se ha extendido. A nivel centroamericano, en El Salvador, los techos de uno de sus barrios marginales quedaron muy pequeños para los huertos de hidrocultivos.
Según Chavarría, en estos países los detonantes del éxito fueron la pobreza, la falta de tierra fértil y la falta de agua. En Nicaragua, siete de cada diez pobladores viven en los niveles más bajos de pobreza, existe una limitada actividad económica. Esto ha traído como consecuencia un bajo nivel de ingresos, una insuficiente producción alimentaria y la emigración de la población rural hacia las zonas urbanas.
GENERA EMPLEO DIRECTO
“Con la producción de cultivos hidropónicos, las familias sin empleo y sin tierra podrán mejorar la cantidad y calidad de la alimentación, sin aumentar los costos y tendrán la posibilidad de sentirse útiles para su familia, comunidad y para sí mismas”, expresa Chavarría.
Otro de los objetivos de la hidroponía es fortalecer la economía familiar, generando ingresos y disminuyendo los costos de la canasta básica de alimentos; crear fuentes de trabajo en las ciudades o en sectores donde no ha sido fácil el acceso al empleo estable; generar y promover actitudes positivas hacia la autogestión comunitaria. Además, fomentar la microempresa, iniciándola con el adecuado uso del tiempo libre de algunos de los miembros de la familia.
En este tipo de cultivo, la planta se sostiene sobre materiales de desecho y de bajos costos por cosecha. Los elementos nutritivos que necesita le son suministrados a través de las soluciones nutritivas, muy diluidas, que se aplican diariamente.
EL ESPACIO NECESARIO
Son muchos los tipos de contenedores que se pueden usar o construir de acuerdo al espacio que haya disponible en la casa. Para iniciar la huerta e ir adquiriendo los primeros conocimientos prácticos podemos utilizar cajas de madera forradas por dentro con plástico, canales de plástico, nicalit o bambú, tubos de PVC de diámetro superior a cuatro pulgadas, llantas viejas, panas o vasijas plásticas en desuso o galones plásticos recortados por la mitad.
Con respecto a los sustratos —que son los materiales sobre los cuales se desarrollan las raíces de las plantas—, estos pueden ser sólidos o líquidos con algunas de las siguientes características: que las partículas que la componen tengan un tamaño no inferior a 0.2 y no superior a siete milímetros.
Los sustratos deben contar con una buena cantidad de humedad, pero que además faciliten la salida de los excesos de agua que pudieran caer con el riego o con la lluvia, que no se descompongan o se degraden con facilidad, que sean abundantes y fáciles de conseguir, transportar y manejar.
Los materiales que han sido probados y que cumplen la mayoría de estos requisitos son: la cascarilla de arroz, aserrín de madera (que no sean maderas rojas ni de pino), hormigón o arenas volcánicas lavadas y arenas de río. La proporción más utilizada de estos elementos ha sido 40 por ciento de arena, 40 por ciento de cascarilla de arroz y 20 por ciento de hormigón volcánico.
CUIDADOS DE LOS CULTIVOS
En el sistema de sustratos sólidos, al aplicar diariamente los riegos, con el paso del tiempo se van formando costras sobre la superficie, lo que impide que el aire penetre en sus espacios porosos, limitándose así la toma de agua y nutrientes. Para evitar estas costras se escarba muy superficialmente dos o tres veces por semana entre los surcos de las plantas. En el sistema de cultivo a raíz flotante, para airear es indispensable batir la solución nutritiva al menos dos veces por día para oxigenarla.
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