AFP
GOTEMBURGO, SUECIA.- La Unión Europea (UE) y Estados Unidos mantuvieron este jueves sus diferencias respecto de la lucha contra el cambio climático y el Protocolo de Kyoto, pero se comprometieron a reforzar su cooperación para fomentar el fin de la violencia en Oriente Medio, en la primera cumbre bilateral a la que acudió el presidente George W. Bush.
Tanto el primer ministro sueco, Goeran Persson, como el presidente Bush, reconocieron su desacuerdo respecto del Protocolo de Kyoto, pero manifestaron su compromiso de trabajar juntos en la lucha contra el cambio climático.
Para dejar las cosas claras antes de su viaje a Europa, Bush propuso esta semana un trabajo conjunto de los países industrializados para ayudar a estos países a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero.
Los responsables de la UE declararon su descontento por la propuesta debido a la “falta de acciones”, aunque este martes se mostraron dispuestos a trabajar de manera conjunta.
Por su parte, la Comisión Europea es partidaria de “ir más lejos” de Kyoto. No en vano uno de los temas de la cumbre europea del viernes y el sábado será hacer realidad el concepto de desarrollo sostenible en las políticas europeas, al lado de las económicas y sociales.
Pero esto no es compartido por varios miembros de la UE por los costes económicos que supondría.
Mientras, en las calles de Goteborg, miles de manifestantes expresaron su rechazo al proyecto norteamericano de defensa antimisiles, y a la posición de Bush frente a Kyoto.
Unos 400 policías, provistos de escudos y de porras, y ayudados por perros, intentaron impedir a 200 manifestantes que les lanzaron botellas vacías y adoquines, ocupar una escuela del centro de la ciudad, donde algunos izaron la bandera roja y negra del movimiento anarquista.
EL PROTOCOLO DE LA DISCORDIA
– El Protocolo de Kyoto, en proceso de ratificación antes de 2002, fue firmado en 1997 por 84 países, y pretende reducir en los próximos 10 años en un 5.2% de promedio, con respecto a 1990, la emisión de CO2 (gas carbónico) y otros gases de efecto invernadero.
– Washington rechaza Kyoto por temor a que afecte la economía, lo que se agrava con la reciente decisión de asumir una política energética que acelere la utilización de fuentes fósiles de energía como el petróleo, el carbón y el gas.
– Tampoco está de acuerdo con que los países en vías de desarrollo tengan condiciones especiales para adaptarse al Protocolo.