Ricardo Mazalan (AP)
BASE MILITAR LIBORIO MEJIA, COLOMBIA.- El acuerdo humanitario celebrado entre el gobierno del presidente Andrés Pastrana y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entró ayer en su segunda fase con la liberación de 29 policías y soldados, y la excarcelación de 11 guerrilleros, todos ellos enfermos.
Llantos, abrazos y expresiones de felicidad estallaron cerca de las 3 de la tarde (2000 GMT) cuando se reencontraron los uniformados con sus familiares, que los esperaban en esta base militar a unos 400 kilómetros al sur de Bogotá.
Los uniformados fueron entregados por las FARC al Alto Comisionado de Paz, Camilo Gómez y miembros de una comisión humanitaria que se trasladaron en tres helicópteros de la Cruz Roja a las selvas de la zona de distensión en el sur del país, que les fue cedida hace dos años y medio en virtud de un proceso de paz.
“Fue un momento de profunda emoción”, dijo Gómez –quien abrazó a los uniformados uno por uno– a la agencia de prensa oficial Ancol.
Horas antes, cerca del mediodía, 11 rebeldes excarcelados que venían a bordo de un avión de la Cruz Roja aterrizaron en una pista de tierra en un lugar conocido como La Ye, también en la zona de distensión, donde los esperaba la cúpula insurgente y una imponente parada militar.
Todos los guerrilleros vestían camisetas blancas y se veían aparentemente en buen estado de salud. Fueron saludados personalmente por Marulanda.
Quedaron en la cárcel cuatro guerrilleros debido a que no llegaron las órdenes de excarcelación que deben emitir los jueces para tres de ellos, y uno se negó a reintegrarse a la guerrilla.
El intercambio, que empezó a materializarse en la madrugada, se cumplirá totalmente en el curso de las próximas 24 horas. Las FARC anunciaron que entregarán a otros 26 policías y militares en sitios de los departamentos de Antioquia y Boyacás.