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Adonis Rivas buscó sin éxito cómo imponer su ritmo.

¿Qué mas pedirle?

Por favor, no exageremos Edgard Tijerino M. [email protected] El alma de Adonis Rivas es la de un gladiador. Eso nunca estará siendo sometido a debate, pero, para poder derrotar entre las sogas a un adversario también hambriento de grandeza y fortuna, se necesitan recursos boxísticos y mucha energía. ¿Alguna vez Adonis fue considerado un peleador […]

  • Por favor, no exageremos

Edgard Tijerino M. [email protected]

El alma de Adonis Rivas es la de un gladiador. Eso nunca estará siendo sometido a debate, pero, para poder derrotar entre las sogas a un adversario también hambriento de grandeza y fortuna, se necesitan recursos boxísticos y mucha energía.

¿Alguna vez Adonis fue considerado un peleador con la suficiente gama de habilidades y la necesaria fortaleza como para ser un factor de seguridad?… Vamos, no exageremos ahora frente a su primera derrota en la tercera defensa de un título que conquistó asombrándonos, con la sola presencia de un periodista, Miguel Mendoza, en el Hard Rock de Las Vegas.

Y luego continuó provocando asombro sobreviviendo en dos defensas contra los mejicanos Morquecho y Luna Zárate.

Adonis ya no es campeón mundial y nos duele. No es simplemente un hecho meramente patético, sino una posibilidad revestida de un justificado temor que finalmente se nos vino encima, mas allá del impresionante esfuerzo desplegado por un muchacho que supo proyectarse más allá de sus limitaciones en un alarde de crecimiento, demostrándonos que podemos llegar a sorprendernos nosotros mismos.

¿Qué más podemos exigirle a este Adonis Rivas que nos emocionó por casi año y medio?… Levanten la mano quienes creyeron que podría fabricar un milagro frente a Diego Morales… O los que apostaron a su favor cuando realizó cada una de sus dos defensas… O los que consideraron que ya tenía verdaderamente la dimensión de un Campeón Mundial consistente.

Él simplemente se excedió… Hay nicaragüenses que han alcanzado la grandiosidad en correspondencia directa al aprovechamiento de su talento extraordinario… Darío, Armando Morales, José de la Cruz Mena, Alexis Argüello, Denis Martínez, pero hay otros, entre los cuales tenemos que incluir al púgil Adonis Rivas, que retando todos los factores adversos imaginables, logran trascender… Sin embargo, en vista de sus limitaciones, no pueden hacerlo por siempre.

Aquella noche en Las Vegas, Adonis tuvo la fuerza de un desconocido huracán, parecía empujado por un viento impetuoso, estaba exaltado, inspirado, crecido, y nos asombró atrapando nuestra admiración.

Pero la inspiración necesita de consistentes soportes para poder prolongarse… Y por lo que vimos, Adonis no pudo conseguir tan rápidamente esos soportes… Decir que el pasado sábado le faltaron recursos técnicos, oficio y fortaleza, es desembocar en lo obvio.

Si vamos a los detalles terminaremos enredándonos más todavía… Que debió entrenar con más intensidad, que era necesario mantener a Escorche adiestrándolo, que se quedó corto haciendo carretera, que se tenían que contratar mejores sparrings, que el vendaje debió ser más consistente, que Mario Arce tenía que mantenerse más enfocado en el púgil y su entorno… Okey, de acuerdo, pero ¿quién asegura que con todo y eso el desenlace hubiera sido otro?… ¿Qué hacemos con el imprevisto accionar veloz, consistente y más preciso del panameño Alcázar?… ¿Podemos atrevernos a confiscarle méritos a Adonis?… Por favor, no me digan eso.

GRACIAS ADONIS

No sé si algún día volverá a disputar un cinturón mundial, pero lo más importante que nos ha ofrecido Adonis Rivas es su ejemplo. Esa forma en que logró salir del mar de las complicaciones, aparentemente muy frágil, para lanzarse hacia la proeza fue una lección altamente significativa para todos nosotros.

No es fácil conseguir esa proyección desde la nada, desde la orilla de un fogón, colgándose de una ilusión.

Cada día, durante cada mes de su estadía en el trono, Adonis escuchó elogios por su humildad, pero se habituó a los cuestionamientos sobre sus aptitudes… ¿Cómo llegamos a considerarlo, algo real o casual?

Entonces, no lloremos por Adonis… Simplemente tomemos su ejemplo y tratemos de hacer algo por salir de nuestra mediocridad, que sí podemos, pero sólo con un esfuerzo supremo.

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