Gustavo Ortega Campos [email protected]
MIAMI, EE.UU.- Expectativa completa: Ése es el ambiente que se percibió el fin de semana en Miami en la comunidad de exiliados cubanos por el desmayo que sufrió el presidente de Cuba, Fidel Castro.
La pelea de Oscar de la Hoya disputando el título welter y el triunfo de Los Marlins (equipo de la Florida) con los Philis de Filadelfia pasaron a segundo plano en esta ciudad, “conquistada” casi en su totalidad por cubanos contrarios a la revolución que dirige Castro desde 1959.
“De nada sirve que se muera si lo sucederá alguien peor, Raúl (su hermano menor), pero de algo estoy seguro: Su final se acerca”, comentó Pedro Rodríguez, quien llegó a Miami en 1961 y hoy se dedica a disfrutar de su pensión de jubilado.
Rodríguez habita en Hialeah, calificado como el sector de mayor referencia de la comunidad cubana, aunque también existe la presencia de la comunidad nicaragüense.
Las emisoras y canales de televisión local mantuvieron la noticia del desmayo todo el día, comentarios de analistas políticos, médicos y reacciones de la población exiliada, la que se calcula en unos 800,000 cubanos.
Sin embargo, el principal cuestionamiento, es cuál será la suerte de Cuba ante la posibilidad del deceso de Castro, quien cuenta con 74 años de edad.
“Es una lástima que muera y no haya garantizado la democracia”, señaló Adriana Meza, una señora que labora en un centro de belleza.
Sin embargo, otros, los más radicales, mantienen la “fe” de que la hora final del mandatario cubano está más cerca. “Deseamos que se muera”, dijo con el rostro sonriente, Mari Pérez, una mujer de avanzada edad que provocó el aplauso de sus acompañantes en la zona sur de Miami.
¿INICIO DE UNA ENFERMEDAD MENTAL?
Carlos Ramírez Mejía, neurólogo del Baptist Hospital de Miami, aseguró en una entrevista del canal 23 de Miami que el desmayo de Castro “es parte del deterioro mental” del mandatario.
“Probablemente lo que él (Castro) sufrió es lo que llamamos un pre-síncope o una isquemia cerebral transitoria”, indicó.
El galeno consideró que Castro “posiblemente no estaba recibiendo el volumen sanguíneo normal hacia el cerebro”.
“He estado siguiendo sus discursos y presentaciones públicas y se nota que él está sufriendo una forma de demencia, todavía está en sus estados iniciales y él tiene problemas de memoria, delirio… se nota un deterioro”, dijo.
Aseguró que “lo más frecuente en su edad es el Alzheimer o la demencia que se produce cuando la persona tiene arterioesclerosis”, apuntó.
Ramírez destacó sin embargo la “inteligencia” y funciones intelectuales de Castro, las que consideró “superiores a las de una persona normal”.