AFP
LIMA.- Un severo cordón policial rodeaba el lujoso hotel Los Delfines, en Lima, que será escenario durante dos días de la XXVIII Asamblea General Extraordinaria de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual sesiona desde ayer.
La vigilancia forma parte de las acciones de seguridad montadas por la policía peruana, que comprende el acuartelamiento de unos 10,000 agentes para rodear de las máximas medidas de seguridad al certamen, que reúne a los cancilleres y delegados de los 34 países de las Américas, excepto Cuba.
La zona del hotel Los Delfines, ubicado en el exclusivo distrito de San Isidro, en el sector sur de la capital, fue aislada temprano el lunes con policías antimotines, reforzados con canes y vehículos “rompemanifestaciones”. El mecanismo de seguridad incluye también la vigilancia por medio de helicópteros de la Policía Aérea.
Una vigilancia especial se ejercerá tanto en la Embajada de Estados Unidos como en la residencia del embajador norteamericano, John Hamilton, con motivo de la visita del secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, quien realizará su primera visita a un país sudamericano desde que asumió ese cargo. Powell era aguardado la noche del lunes.
SALVAGUARDIA CON LA DEMOCRACIA
Los cancilleres de las Américas, con excepción de Cuba, iniciaron los trabajos para aprobar una Carta Democrática que ponga a salvo a los países de la región de la ruptura del sistema democrático y que se convierta en una vacuna ante las tentaciones autoritarias. El cónclave será el primer acontecimiento de importancia continental en Perú en el primer mes y medio desde la posesión del nuevo gobierno del presidente Alejandro Toledo, el pasado 28 de julio.