- Paro patronal para el 10 de diciembre
Giovanna FerulloEFE
CARACAS.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, auguró el inicio de un conflicto político “difícil” a raíz de la convocatoria de una huelga del sector productivo auspiciada por la central patronal del país para el próximo 10 de diciembre.
Chávez afirmó en un acto político anteayer, miércoles, que pretende “seguir impulsando una revolución pacífica”, pero advirtió a sus adversarios que “no se equivoquen, porque ésta no es una revolución desarmada”.
“Tenemos que cuidar al máximo este camino pacífico. En función de la paz del país es bueno recomendarle a los adversarios que no pierdan la paciencia y no se equivoquen”, dijo Chávez, en clara alusión a los cíclicos rumores de planes golpistas que, a su juicio, lanza la oposición para buscar una “improbable” salida forzada del “chavismo” del poder.
PROTESTA CONTRA LEYES NUEVAS
La patronal Fedecámaras aprobó por aclamación el miércoles el inédito paro cívico, en protesta por la redacción “sin consultar” a los sectores afectados, y “transgrediendo normas constitucionales”, de un paquete de 49 leyes que Chávez decretó el pasado 13 de noviembre.
En esa fecha vencían los poderes especiales que le otorgó la Asamblea Nacional durante un año, encuadrados en la llamada Ley Habilitante.
El presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, negó que el paro sea una iniciativa desestabilizadora, como ha acusado Chávez, y reiteró que lo único que persigue es que el gobierno “cambie de rumbo”.
A la huelga patronal, convocada durante las horas en que la mayoría de los trabajadores cumplen la jornada laboral, se unirán los sectores bancario, hotelero y farmacias, mientras que la central obrera y el transporte público y de carga analizan su adhesión.
Chávez vinculó a la “conspiración” contra su gobierno el paro empresarial, que consideró una “acción política” en respuesta al hecho de que las 49 leyes que decretó tocan los intereses de quienes han sido los “dueños tradicionales del poder en Venezuela”.
Advirtió de que la etapa política que se inicia será “difícil”, porque no cederá a las presiones de una oposición que, reconoció, se ha agrupado y ha comenzado a actuar coordinadamente en un intento de debilitar la “revolución”, como llama al proceso de cambios que aplica desde que asumió el poder, en febrero de 1999.
Ante esa situación, instó a los partidos afines a “articular un plan de batalla” inmediato para afrontar las embestidas “reaccionarias”, y a unirse en un “comando político de la revolución”, que coordinará las acciones de promoción y defensa de su gobierno.
CHÁVEZ ES “AVASALLADOR”
El analista político Manuel Felipe Sierra dijo a EFE que la “conducta avasalladora” de Chávez le ha restado base política, porque muchos de sus partidarios y simpatizantes se han pasado a la oposición, y ha provocado una “grave crisis interna en el MVR (que él lidera)”.
Sierra añadió que a la supuesta pérdida de apoyo se suman el enfrentamiento de Chávez con casi todos los sectores nacionales, y su bajada de popularidad en las encuestas, que lo coloca en una situación “muy difícil, la cual seguramente superará si rectifica, abre un verdadero diálogo nacional y oxigena su gabinete ejecutivo”.