- Gobierno rechaza canje del padre del infante propuesto por la FARC
Juan Pablo Toro (AP)
BOGOTA.- El gobierno rechazó la propuesta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia de canjear a un guerrillero enfermo encarcelado por un cabo de policía secuestrado, padre de un niño moribundo que ha expresado públicamente como su último deseo poder ver a su progenitor.
Las FARC habían pedido “al gobierno nacional conceder la libertad del camarada Ignacio González Perdomo, quien padece una penosa enfermedad, para dejar en libertad al cabo, padre del niño Andrés Felipe Pérez”.
El ministro del Interior, Armando Estrada, aseguró este sábado que el gobierno “no puede aceptar” la propuesta de los rebeldes divulgada la noche del viernes en un comunicado de la Internet.
“El cabo Pérez fue secuestrado cuando estaba cumpliendo su deber y defendiendo la Constitución. En cambio, el guerrillero que está detenido y condenado por los jueces, está allí porque cometió delitos”, dijo Estrada a la cadena Radionet.
“Es una situación que no se puede emparejar y, por consiguiente, el canje en este tipo de situaciones no puede operar”, agregó el Ministro, ratificando la exigencia del gobierno de una liberación sin contraprestaciones.
El caso de Andrés Felipe Pérez, un menor de 12 años que padece cáncer renal con metástasis ósea y pulmonar, ha conmovido a los colombianos, a tal punto que centenares de personas de todas las edades y condiciones sociales se han ofrecido a tomar el lugar de su padre, el cabo de policía Norberto Pérez, que permanece en poder de las FARC desde hace 20 meses.
En uno de los capítulos más dramáticos del conflicto colombiano, el niño ha aparecido en televisión sin cabello por los efectos de la quimioterapia y conectado a una máquina de diálisis clamando ver a su padre antes de morir.
Las Naciones Unidas, los llamados países facilitadores que ayudan al proceso de paz, numerosos medios de comunicación y diversos organismos han pedido la liberación del cabo Pérez, que fue excluido del intercambio humanitario que realizaron el gobierno y la guerrilla en junio pasado.
Por ese canje los rebeldes liberaron a 325 policías y soldados que mantenían secuestrados, y las autoridades excarcelaron a 14 guerrilleros. Todos los oficiales y suboficiales fueron retenidos por los insurgentes.