Oscar J. SerratAP
BUENOS AIRES.- El nuevo gobierno argentino confirmó oficialmente que suspende los pagos de intereses y capital de la deuda pública externa.
El viernes ya se había anunciado la decisión tomada por el nuevo presidente interino Adolfo Rodríguez Saá.
Un comunicado difundido en la noche del lunes por el secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri, informó que “se ha dispuesto en forma inmediata diferir el pago de intereses y capitales de la deuda pública externa”.
“Esta decisión se ha tomado como consecuencia de la persistente recesión económica que, sumada a la falta de acceso a los mercados internacionales de capitales, han debilitado las finanzas públicas trayendo grandes inconvenientes a los argentinos’’, expresa el comunicado.
Agrega que en breve se iniciarán consultas con los acreedores para reprogramar la deuda a fin de “restaurar la solvencia y prosperidad de la economía argentina”.
La deuda pública externa argentina es estimada actualmente en unos 132,000 millones de dólares.
En términos nominales, la cesación de pagos (default) es la mayor jamás enfrentada por los mercados financieros internacionales. Pero los analistas consideran que el “default” que Rusia dispuso en 1998, por 40,000 millones de dólares de su deuda, produjo un impacto más contundente en los mercados que la decisión argentina.
Uno de los primeros anuncios de Rodríguez Saá, al ser designado Presidente el viernes por la Asamblea Legislativa, luego de la renuncia el día anterior del presidente Fernando de la Rúa, fue el referido a la deuda.
Hubo coincidencia entre los economistas locales de que la suspensión de los pagos de la deuda era inevitable, por la grave situación financiera de este país. La decisión tuvo un eco ampliamente favorable en la población, que acusaba al gobierno de De la Rúa de otorgar prioridad al cumplimiento de las obligaciones externas, en desmedro de los padecimientos económicos y sociales del país.