Roberto Amador [email protected]
Sin duda alguna se nos fue a los nicaragüenses un hombre extraordinario, caballero. Lo conocí en Miami hace ya algunos años, me impactó su sencillez y sus dotes de persona, que descanse en paz PAC. Nicaragua pesará menos sin su presencia. Pero su recuerdo permanecerá por siempre entre los nicas de aquí y de allá.